Policías comprados por Zetas cobraban en el estadio del Pachuca

Policías comprados por Zetas cobraban en el estadio del Pachuca
Por:
  • larazon

Por Carlos Jiménez/Enviado, Hidalgo

Formados como si se tratara de trabajadores de una construcción en día de paga, decenas de policías municipales de este estado recibieron sobres con sus narcosalarios. Sus “jefes”: Los Zetas, a quienes brindaban apoyo y protección.

La revelación de esta forma de cobro la hizo un testigo protegido, a quien la autoridad federal identifica como Caleb.

Sus declaraciones son parte del expediente por el que un juez de Nayarit giró una orden de aprehensión contra 123 funcionarios estatales que ya están presos.

Según datos de autoridades federales, Caleb, un ex agente municipal de Pachuca dio detalles sobre el lugar de pago, la forma en que se hizo y nombres de algunos policías que se reunieron a cobrar.

Sin precisar el día en que sucedió, Caleb aseguró que “a las 23 horas, Montecinos recibió una llamada que indicaba que nos trasladáramos al Huracán”.

El Huracán es el estadio de futbol, donde juegan los Tuzos del Pachuca. Y Montecinos es David Montecinos, cuyo nombre aparece en el registro de agentes ya encarcelados.

Al llegar al lugar, contó Caleb, otro municipal a quien señaló como Francisco Escamilla les gritó a todos los ahí reunidos: “el jefe está bien encabronado porque alguien de ustedes hizo una chingadera. Me vale madre si a uno de ustedes le van a dar piso”.

Caleb no sabía de qué hablaba Escamilla. Más tarde se enteraría.

Luego del regaño, Montecinos les explicó que el “jefe” quería cambiar el lugar del pago. Y además ordenaba que no llegaran en tanto carros. “Así es que, comandantes organicen a su gente”, les dijo.

En algunas camionetas, los agentes se dirigieron a un camino de terracería. Ahí, los formaron detrás de una camioneta con vidrios polarizados. Junto a ella estaban unos hombres a quienes identificó como El Rayo, El Fox y El Oso.

Con lista en mano, El Rayo entregó sobres con billetes a cada uno de los agentes. Al llegar el turno del comandante Mancera, le dio el suyo y le dijo: “Ay, cabrón, creo que te dieron de más… No, no es cierto, son puros de a 20”.

Luego tocó el turno de Caleb.

—¿Usted qué jefe? preguntó —El Rayo.

—Nada señor.

—¿Cómo te llamas?

Caleb dio su nombre.

—Usted no está en las listas de la nómina, no salió su pago, ya será para el otro mes —le dijo.

Así terminó la paga. El Rayo les dio indicaciones y ahí Caleb supo por qué Escamilla los había regañado cuando estaban en el estadio Hidalgo.

“Por favor, no roben, por eso se les está pagando; ya tenemos identificado al que le pidió 20 mil pesos a la esposa de uno de los jefes; no sean pendejos, no se quemen por 20 mil pesos”.

Luego, ya todos con su sobre subieron a sus camionetas y se fueron.

fdm