Relegan atención a VIH por Covid; no hay
presupuesto, acusan colectivos

“Ser mujer transgénero, sexoservidora y portadora de VIH es prácticamente una condena de muerte”, lamentó Erika Ivonne Villegas.

La presidenta de Agenda Nacional Política Trans de México denunció la mala atención médica para personas con VIH, “no hay un lugar donde nos atiendan; los hospitales que nos corresponden son los de la más baja calidad, como el Rubén Leñero, que nosotras decimos Rubén me muero, porque quien entra ahí ya no sale”.

Desde 1984, cuando se conoció el primer caso de VIH en México, a la fecha, 313 mil 969 personas adquirieron el Virus de Inmunodeficiencia Humana.

Hoy sobreviven 186 mil 944 con el virus en sus cuerpos, de acuerdo con el registro de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Salud.

La mayoría de los pacientes se concentran en la Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Chiapas y Puebla. La Secretaría de Salud les garantizó el abasto de medicamentos para 2021, pero nada más.

“El Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida) comunica que ya se tienen las compras para 2021 de tratamientos retrovirales, la pregunta es ¿qué hay con los años subsecuentes?”, cuestionó Raúl Caporal, dirigente de Casa Frida.

Actualmente, 107 mil 46 personas, de acuerdo con cifras de Censida, reciben un tratamiento con antirretrovirales, esto es 18.6 por ciento más que las 87 mil 51 que se atendieron en diciembre de 2018.

Incertidumbre por atención médica

Las personas portadoras de VIH dicen estar preocupadas porque nadie sabe qué pasará cuando el Fondo de Salud para el Bienestar se quede sin recursos, en abril próximo.

Su preocupación es porque los antirretrovirales con el tiempo minan sus defensas y comienzan a desarrollar comorbilidades asociadas, lo que los vuelve vulnerables, ante la pandemia de Covid-19 o la influenza.

Luis Andrés Quiroz, dirigente de la organización de derechohabientes con VIH del Seguro Social, lo explica: “las personas que tenemos más de 15 años tomando medicamentos retrovirales estábamos comenzando a padecer comorbilidades asociadas a la ingesta prolongada del tratamiento”.

Realizarse exámenes sobre positividad a VIH era difícil, pero en las últimas semanas se convirtió en un “calvario”.

“Ahora, con lo de Covid, en las Clínicas Condesa se cerró todo, nomás ibas a medicamentos y tenías que formarte y tenían cierta cantidad y ¿las demás?”, pregunta Erika Ivonne Villegas.

El cuerpo de una persona que tiene VIH sufre un “envejecimiento prematuro”; sus órganos sufren una degeneración acelerada, “estamos empezando a padecer enfermedades, como hipertensión, diabetes, daño renal y cardiopatías, lo cual garantizaría que nos empezaran a trasladar a una atención mucho más integral; es decir, no nada más enfocarte al control del VIH, sino atender estas comorbilidades”, explica Luis Adrián Quiroz.

Por su parte, Raúl Caporal comentó que “el gobierno manejó un falso dilema, porque arrebata recursos destinados para el tratamiento de VIH, con el pretexto de usarlos para Covid-19, pero entonces, ¿qué vale más una vida por VIH o una por Covid?”.