Alarma por presencia de Al-Qaeda en Malí: ONU

Los militares depusieron a Amadou Toumani.- Foto: AP

Naciones Unidas.- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas declaró hoy su alarma ante la presencia en Malí del grupo terrorista Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), lo que podría desestabilizar aún más la situación de seguridad en ese país.

En una declaración presidencial aprobada este miércoles, el Consejo de Seguridad también reiteró su condena al golpe de Estado en Malí, mediante el cual un grupo de militares depusieron al presidente Amadou Toumani Touré fue despuesto el 22 de marzo pasado.

Asimismo exigió la inmediata liberación de las personas que los rebeldes mantienen retenidos, así como la restauración del orden constitucional en el país y la preservación del proceso electoral.

En el documento, el órgano ejecutivo de la ONU también condenó en los términos más enérgicos los ataques, saqueos y tomas de territorio de parte de grupos rebeles en el norte del país, y demandó un alto inmediato a las hostilidades.

Expresó su consternación además por los riesgos que suponen los combates para los sitios declarados como Patrimonio de la Humanidad.

Reiteró su “preocupación” sobre la inseguridad y el rápido deterioro de la situación humanitaria en la región del Sahel, que sufre una de las peores sequías de su historia.

El organismo llamó por ello a todos los actores involucrados en el conflicto en Malí a que permitan el acceso irrestricto de asistencia humanitaria para los civiles que lo necesiten, y pidió a la comunidad internacional renovar su ayuda para ese país africano.

Reconoció además los esfuerzos hechos por la Comunidad Económica de Estados del Oeste de África y por el enviado del secretario general de la ONU para restablecer el orden constitucional en Malí.

De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde enero pasado unas 200 mil personas han sido desplazadas y cientos de ellas han buscado refugio en países vecinos.

Por su parte, el grupo humanitario Oxfam indicó este miércoles que la triple crisis en Malí –política, de seguridad y humanitaria– pone en riesgo a alrededor de 3.5 millones de personas en ese país.

Manifestó su preocupación de que las sanciones impuestas por países vecinos para presionar a los militares rebeldes a restaurar el orden constitucional, y que son reforzadas por organismos internacionales, contribuyan a empeorar la situación.

Pidió evitar el cierre de fronteras al comercio, debido a que 40 por ciento de los bienes de Malí provienen del exterior, así como asegurar que las medidas tomadas respecto al sistema financiero no afecten el flujo de remesas a la población.