En 10 días de paros y protestas, 26 muertos y 800 heridos

Duque busca apagar crisis en reunión con oposición

Presidente de Colombia, bajo presión internacional tras 26 muertos en protestas por reforma tributaria; defiende a policía

Un policía arroja gas lacrimógeno contra opositores al gobierno,  ayer, en la ciudad de Gachancipa.
Un policía arroja gas lacrimógeno contra opositores al gobierno, ayer, en la ciudad de Gachancipa.Foto: AP
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En medio de protestas y un paro nacional, el Gobierno de Colombia denunció una “campaña de estigmatización” contra la policía, que está bajo la lupa de la comunidad internacional por abusos contra manifestantes, al tiempo que el Presidente Iván Duque se reunió con la Coalición de la Esperanza, conformada por políticos de centro-izquierda, para intentar mediar sobre la situación que atraviesa el país y llegar a un acuerdo para que cese el paro.

Lo que empezó, el pasado 28 de abril, como una movilización en rechazo a una reforma fiscal, ya retirada, se transformó en una de las mayores manifestaciones contra el presidente, quien no ha podido evitar que sigan los bloqueos en las carreteras, que han provocado escasez de combustible en ciudades como Cali y Pereira.

Las marchas han sido en su mayoría pacíficas y han ido bajando al paso de los días. Pero desde el inicio de éstas, en algunas ciudades se presentaron disturbios y choques con la policía, que han dejado al menos 26 muertos (la ONG Temblores eleva reporta 37), y más de 800 heridos.

Sin embargo, el presidente sigue sin reconocer los abusos por parte de las fuerzas de seguridad e insiste en criminalizar las protestas. Según el Gobierno, disidencias de las FARC —que se apartaron del acuerdo de paz de 2016— y el ELN se camuflan entre los manifestantes para atacar a la fuerza pública y a la población.

El ministro de Defensa, Diego Molano, dijo: “hay una campaña de estigmatización de las operaciones de la fuerza pública, que la mueven en redes sociales con el fin de ponerla en contra de la sociedad. La contundencia del Gobierno es en contra de los vándalos, no de los manifestantes”.

En el mismo sentido, la canciller Claudia Blum, señaló: “desafortunadamente, el derecho a la reunión y a la movilización ha sido afectado por vándalos y actores violentos. Éstos han agredido a la ciudadanía y a la fuerza pública, e impactado en algunas regiones, la seguridad alimentaria, la vacunación y salud”.

Duque llamó esta semana a un diálogo con “todos los sectores”, incluyendo al Comité del Paro, que impulsa las protestas y agrupa a varias organizaciones, que tienen reclamos variopintos, como una reforma a la policía, “renta básica” de 250 dólares mensuales para los sectores más pobres, gratuidad en la educación superior, frenar una iniciativa del Ejecutivo que busca fumigar con glifosato donde se cultiva la hoja de coca, entre otros.

En ese escenario, el presidente se reunió ayer con la Coalición de la Esperanza, que incluye a figuras como Humberto de la Calle o Sergio Fajardo. De la Calle dijo que estaban ahí para colaborar en que las cosas mejoren; pero que no eran representantes del Comité del Paro, con el que el mandatario debería conversar. Al término de la reunión, el ministro del Interior, Daniel Palacios, aseguró que Duque sí quiere reunirse con el Comité el próximo lunes.

La ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y organizaciones de derechos humanos han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza por la policía de Colombia contra manifestantes. Ayer, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, condenó “los casos de tortura y asesinato cometidos por las fuerzas del orden”.

Sin embargo, en las protestas de este viernes se reportaron nuevos enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas del orden en diversas ciudades.

  • El dato: Asociaciones médicas y autoridades de Colombia alertaron que los bloqueos carreteros están generando dificultades de abastecimiento de oxígeno para pacientes con Covid.