En vilo, 3.6 millones de europeos por el Brexit
El ultranacionalista primer ministro británico, Boris Johnson, en su plan para lograr la salida de Reino Unido de la Unión Europea, anunció ayer su intención de poner fin “de inmediato” a la libre circulación de ciudadanos europeos, en caso de un Brexit sin acuerdo, el 31 de octubre.
La exprimera ministra Theresa May, a quien Johnson remplazó el pasado 24 de julio, había previsto un “periodo de transición”, incluso en caso de una atroz separación, para dar a europeos la oportunidad de continuar en la realización de proyectos de vida, como viajar, trabajar y estudiar en Reino Unido, sin necesidad de hacer trámites legales.
La “libre circulación tal como existe actualmente se terminará el 31 de octubre, cuando Reino Unido abandone la UE”, indicó una portavoz del premier.
“Por ejemplo, introduciremos inmediatamente reglas más estrictas en materia de criminalidad para las personas que entren en Reino Unido”. Además precisó que los otros cambios para establecer un nuevo sistema de inmigración están “siendo elaborados”.
La portavoz recordó que Boris Johnson desea introducir un sistema migratorio por puntos, similar al que existe en Australia, otro país cuyo gobierno se ha mostrado en contra de la inmigración ilegal, por motivos de seguridad.
Frente a esta situación, la asociación civil The3million, que defiende los intereses de unos 3.6 millones de ciudadanos europeos residentes en Reino Unido, afirmó en Twitter que la decisión de Londres “es irresponsable y abre la puerta a una discriminación generalizada”.
A principios de agosto, el primer ministro anunció un proyecto de entrega acelerada de visas para atraer a “los mejores cerebros” y permitir a Reino Unido “seguir siendo una superpotencia científica” tras el Brexit. Asimismo, prometió proteger los derechos de ciudadanos europeos instalados en el país. La libre circulación permite a ciudadanos de la UE circular y vivir libremente en cualquier país miembro. Es una de las cuatro libertades fundamentales del bloque.
El Dato: La escasez de medicamentos es una de las principales preocupaciones de británicos, en caso de que se produzca un divorcio violento, al quedar fuera del sistema de salud comunitario.
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