Israel ignora llamado de aliados y toma control de Rafah

El ejército israelí asumió el control del cruce fronterizo de Rafah, pese a recomendaciones mundiales de evitar una escalada, lo que desató críticas de aliados y opositores y elevó el riesgo humanitario ante el bloqueo a la ayuda.

Horas después de la incursión militar, Tel Aviv defendió su “operación limitada” y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, puntualizó que es clave para desmantelar al grupo terrorista Hamas, pues con el ingreso de tanques y la ofensiva de las Fuerzas de Defensa (FDI) que golpeó 100 blancos enemigos en 48 horas, buscan anular la capacidad rival y vigilan entradas y salidas del llamado el último reducto islámico, lo que hace temer una invasión a gran escala.

Según informes de Inteligencia en los límites con Egipto identificaron contrabando de armas y se cree que ahí se esconden orquestadores y perpetradores de la masacre del 7 de octubre de 2023, a quienes acusan de sabotear el intento de tregua, con una contrapropuesta alejada totalmente de exigencias esenciales.

Tras el despliegue, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, recalcó que acabarán con los yihadistas y dejó entrever aún la posibilidad de negociar una retirada mínima al sugerir “estamos dispuestos a hacer concesiones para traer de vuelta a los rehenes”, enfatizando, como dijo el premier, que los 133 rehenes son prioridad.

En respuesta, Hamas culpó a Israel de parar el diálogo en El Cairo, evidenciando que los disparos y explosiones que se extendieron desde la noche del pasado 6 de mayo hasta la madrugada de ayer sepultan la oferta de devolver a entre 18 y 33 cautivos a cambio de un alto al fuego temporal. Y, la Brigada al Qassam filtró en un video que ese paso costó la vida de una rehén.

Ese grupo reportó que una mujer murió por las heridas sufridas, pero poco después se supo que Judith Weinstein falleció un mes antes por un supuesto ataque israelí contra un hospital en Gaza. Mientras que Tel Aviv notificó que el argentino-israelí Lior Rudaeff, a quien creían retenido, murió desde la masacre y los terroristas conservan su cadáver.

Dicho escenario hace temer que el número de sobrevivientes sea muy bajo y que Hamas negocia un cese de hostilidades a cambio de retornar sólo cuerpos.

En tanto, en la región mencionada se observan tanques con la bandera israelí en fila en la carretera que conecta a la Franja con Egipto luego de la ofensiva en la que dijeron que no hubo resistencia, pues según las FDI el mayor peligro fue un auto con explosivos, pero no hubo heridos y aseguraron tres túneles.

Pero la Autoridad Palestina denunció que hubo 20 muertos y decenas de casas e infraestructura destruidas, obligando a más residentes a evacuar ante los actos de intimidación que los arrastran a condiciones más críticas, pues ya no hay zonas seguras para refugiarse, hecho ante el que los terroristas insistieron que la única vía de preservar a los rehenes es acabar con la guerra.

Al respecto, varios aliados recriminaron a Israel por ignorar los llamados a frenar la incursión al sugerir que la prioridad es mantener abiertos los corredores humanitarios, acto en el que Estados Unidos adelantó que el muelle que propuso para ello está casi listo.

Pero organizaciones civiles fueron más duras al acusar a Israel de violar las medidas que fijó la Corte Internacional de Justicia (CIJ), según Human Rights Watch (HRW), mientras que Antonio Gutérres, líder de las Naciones Unidas, advirtió que sólo agravarán la “pesadilla humanitaria” palestina, pues ayer se detuvo la entrega de ayuda en Rafah y el corredor Kerem Shalom, por lo que Egipto, el mediador, rechazó la nueva amenaza contra un mayor número de víctimas

Y rivales como Gaza, Irán y hasta Turquía se lanzaron contra Israel tras cumplirse siete meses del conflicto, pues acusan que sólo empeorará la situación en Medio Oriente; incluso se pusieron del lado de Hamas al acusar que con ese plan Tel Aviv ratificó que no pondrá fin a la guerra en el corto plazo, ante lo que siguen las muestras de respaldo a Palestina pues las protestas de apoyo alcanzaron a universidades de siete países de Europa, entre ellos, Alemania y Francia.