“Mono Jojoy”, el jefe más radical de las FARC

“Mono Jojoy”, el jefe más radical de las FARC
Por:
  • notimex

Bogotá.-Jorge Briceño, alias “El Mono Jojoy”, quien murió en un bombardeo del Ejército colombiano en el oriente del país, era el líder más radical y asediado de la hoy diezmada cúpula de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Como jefe militar de la organización, llevaba sobre sus hombros todo el peso de la acción rebelde y se le consideraba el principal responsable de los duros golpes que le propinó esa guerrilla al Ejército colombiano en los últimos dos años.

Su condición de líder de la tropa colocó a “El Mono Jojoy”, quien creció sin su padre y con escaso nivel académico, en una posición incómoda ya que se había convertido en el jefe de las FARC más asediado por el Estado.

El segundo hombre en la jerarquía del grupo, tras el comandante en jefe de la organización, Alfonso Cano, era un apetecible objetivo del ex presidente Alvaro Uribe Vélez (2002-2010) y de su sucesor, Juan Manuel Santos.

En julio de 2008, el Ejército colombiano rescató a la emblemática rehén de las FARC Ingrid Betancourt y a 14 secuestrados más, en una limpia operación que constituyó una dura derrota política y militar para esa guerrilla.

Tras la muerte del líder guerrillero Raúl Reyes, en marzo de 2008 en una incursión militar colombiana a Ecuador, y el rescate ese mismo año de Betancourt, tres ciudadanos estadunidenses y 11 uniformados, Briceño era el “gran reto” para el Ejército.

El presidente Santos, quien ese año era ministro de Defensa de Uribe Vélez, sostenía de manera permanente que tenía rodeado al escurridizo guerrillero y que se necesitaba de “paciencia” para capturarlo.

Briceño fue quien dispuso el secuestro de políticos para presionar su canje por rebeldes en prisión y fue acusado por el plagio, en 2002, de Betancourt, cuyo rescate hundió a las FARC en la peor crisis de su historia.

Los más de 30 años que llevaba vinculado a la guerrilla le habían servido para afianzar su liderazgo dentro de las FARC, aunque su posición fue afectada por los permanentes golpes del Ejército a los rebeldes.

El jefe guerrillero era conocido como “El Mono” por el color claro de su cabello y “Jojoy” por un gusano que se encuentra en la zona suroriental del país, blanco y gordo, como la figura de Briceño.

La cadena de éxitos del Ejército en su lucha contra las FARC lo llevó a replegarse hacia lo más profundo de la selva, luego de quedar mal parado en su condición de jefe militar de la organización.

Las acciones militares en los últimos tres años permitieron la caída de al menos seis jefes de cuadrilla considerados clave para la logística y las finanzas de las FARC, entre ellos “El Negro Acacio” y “Martín Caballero”.

Con 62 órdenes de captura en su contra para ser juzgado por los delitos de terrorismo, secuestro y extorsión, “El Mono Jojoy” era, a pesar de su debilitamiento interno, en número dos de las FARC después de Cano.

El gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por la captura de Briceño y lo pedía en extradición para que respondiera por narcotráfico y secuestro.

El jefe rebelde nació en 1953 en la localidad de Cabrera, en el departamento de Cundinamarca bajo el nombre de Víctor Julio Suárez Rojas.

De guerrillero raso, condición bajo la cual ingresó a las FARC en 1975, Briceño pasó a comandante de “escuadra” y jefe militar, para luego convertirse en miembro del Secretariado General, la máxima instancia de mando de las FARC.

Su fama de hombre recio, duro y radical la logró gracias a las acciones que realizaron las tropas a su mando, entre las que se recuerda el ajusticiamiento de la familia del legislador Diego Turbay Cote, en 2000.

El país tuvo las primeras noticias de su posible escondite a principios de este año, cuando el Ejército informó sobre la ubicación de un campamento del sureste de Colombia, donde fue muerto.

vms