Oposición en Israel, cerca de acabar con Netanyahu

El líder opositor israelí, el centrista Benny Gantz, recibió la primera oportunidad de formar un nuevo gobierno tras una elección nacional inconclusa este mes, en lo que supone un paso adelante en el trámite de poner fin a una era de 10 años bajo el puño ultraderechista de Benjamin Netanyahu, un aliado y colega ideológico del estadounidense Donald Trump.

La decisión del presidente Reuven Rivlin fue anunciada por su oficina después de consultar con líderes de todos los partidos electos al Parlamento. Al asignarle formalmente la tarea a Gantz, le dio un mes para reunir rápidamente una coalición gobernante.

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El partido Likud de Netanyahu surgió como la fuerza más grande en las elecciones del pasado 2 de marzo, las terceras de Israel en menos de un año. Pero con sus aliados religiosos y nacionalistas, más pequeños, recibió el apoyo de sólo 58 legisladores durante las consultas de ayer, con lo que dejó a su bloque de derecha a tres escaños de la mayoría requerida en el Parlamento.

En cambio, el Azul y Blanco de Gantz recibió el apoyo de partidos que representan 61 escaños, una mayoría útil para derribar a Netanyahu. El exgeneral aceleró las negociaciones para descabalgar del cargo al actual gobernante. La maniobra parece haberle dado resultado hasta ahora, ya que consiguió sumar todos los apoyos de la oposición —pese a que hay formaciones antagónicas—.

Los 15 diputados árabes en la Kneset (Parlamento), incluidos los sectores nacionalistas e islamistas, lo recomendaron como candidato al Gobierno. Los partidos que representan a la minoría árabe (que suma una quinta parte de la población israelí) han reforzado su presencia en la Cámara, gracias al alza de la participación en sus feudos de voto.

El exministro de Defensa, Avigdor Lieberman, quien controla los siete votos clave del partido Israel Nuestra Casa (conservador laico), también avaló a Benny Gantz para acabar de romper el empate entre los bloques de derecha y centroizquierda en el Congreso.

SALVADO POR EL VIRUS. Por otro lado, Benjamin Netanyahu recibió un alivio temporal cuando un tribunal de Jerusalén, que lleva una demanda en su contra, por delitos de corrupción, aplazó por dos meses su juicio, ante el brote de coronavirus en el país.

Estaba previsto que Netanyahu compareciera el próximo martes para responder a acusaciones de fraude, abuso de confianza y aceptar sobornos relacionados con una serie de escándalos.

Sin embargo, después de que el gobierno prohibiera aglomeraciones en espacios públicos, dentro de sus medidas sanitarias de emergencia nacional, la Corte anunció el aplazamiento de la vista hasta el 24 de mayo.

Netanyahu está acusado de recibir regalos caros de amigos adinerados y ofrecerse a intercambiar favores con magnates de la prensa. Él niega las acusaciones.