Quitan 6 de los 41 cargos penales a Trump en caso de extorsión electoral

El juez del caso de interferencia electoral en Georgia contra el exmandatario estadounidense Donald Trump retiró seis de los 41 cargos penales por su intento de revertir el resultado de 2020 al denunciar un supuesto fraude, con lo que la larga lista por sus cuatro juicios se reduce temporalmente a 85 delitos.

Aún con la fecha pendiente para procesar al ahora nominado a la Casa Blanca por el Partido Republicano, el magistrado del condado de Fulton, Scott McAfee, desestimó ayer casi la séptima parte de las imputaciones al considerar que éstas son “genéricas”.

Durante el fallo exhibió un trabajo irregular de la Fiscalía al tachar de “fatal” que ésta no aportó suficientes detalles para justificar los delitos ligados a la presión del magnate y sus 18 coconspiradores hacia funcionarios estatales para forzarlos a violar su juramento constitucional y darle los votos que necesitaba para superar a su oponente, Joe Biden.

A más de medio año de la presentación del caso en Georgia y coincidentemente un día después de que la entidad celebró sus primarias para ambas fuerzas políticas, el también supervisor del juicio reveló que este escenario lo obliga a anular seis acusaciones. Apuntó que en el escenario actual ni siquiera se especifica la naturaleza de los supuestos actos cometidos y tampoco se brinda “suficiente información” para que los equipos legales refuten adecuadamente éstos.

Sin embargo, McAfee recalcó que sólo desestimó unos cargos, de los que tres son graves, de acuerdo con revisiones de medios locales y siguen vigentes 35 delitos por extorsión y conspiración en uno de los cuatros juicios que podría enfrentar durante la campaña en este año electoral, a la espera de que la Suprema Corte defina si goza o no de inmunidad por haber ocupado el máximo cargo en esa potencia.

Asimismo, el juez puntualizó que la Fiscalía todavía puede apelar la decisión o puede aprovechar el plazo de hasta seis meses para armar un caso más fuerte y presentar ante el gran jurado más acusaciones ligadas a la Ley de Organizaciones Mafiosas y Corruptas (RICO, por sus siglas en inglés), misma que comunmente se usa contra narcotraficantes.

La sorpresiva decisión judicial impacta en el proceso contra Trump en su intento por garantizar un segundo mandato consecutivo y en el de varios de los llamados cómplices, entre ellos sus exabogados Rudy Giuliani y John Eastman, así como el exjefe del gabinete Mark Meadows, quienes respaldaron las acusaciones sin pruebas del entonces líder de la Casa Blanca de que fue víctima de un supuesto fraude por irregularidades cometidas en Georgia.

Poco después abogados del exmandatario aplaudieron la acción y justificaron que la mala presentación de delitos, casi apresurada, es una muestra de que sólo se trata de una represalia política contra el hombre que se declaró inocente, pues éste ha acusado reiteradamente en sus redes sociales y ante la prensa que la “cacería de brujas” comenzó hasta que se postuló de nuevo a la presidencia y no cuando dejó el cargo a inicios de 2021.

Incluso, la defensora del magnate, Alina Habba, quien también lo representó en un caso de difamación, comentó en entrevista con Fox News —la cadena favorita de su cliente— que con esta medida se corrige parcialmente un descuido. Pero apuntó que lo más correcto sería el retiro de todas las imputaciones, pues “esto no debería haberse presentado”.

Mientras que el líder de la defensa, Steve Sadow, aseveró que el juicio debe ser desestimado por completo a meses de que se viralizara la primera fotografía del conservador fichado, misma que él mismo usó para su campaña.

Y Donald Trump, enfocado por completo en la revancha del próximo 5 de noviembre, evitó pronunciarse en torno a ese proceso.

En su cuenta de Truth Social, misma que usa constantemente para atacar a adversarios, sólo publicó mensajes alusivos a la campaña e insistió que hace casi cuatro años hubo muchas anomalías en los comicios y la posterior certificación, en referencia al fraude que su equipo nunca pudo demostrar.

Por ello, aconsejó a funcionarios locales a no repetir dichas acciones de cara a la revancha que tendrá con Biden, pues con ambos confirmados como nominados al alcanzar los suficientes delegados se repetirá el duelo de 2020, en el que el demócrata salió victorioso al impedir la reelección del empresario.

Y para aumentar el choque partidista Donald Trum agita la política antimigrante para reforzar su campaña con miras a regresar a la Casa Blanca al prometer que desde el día 1 será implacable para detener la migración, pues implementará la deportación masiva más grande en la historia de Estados Unidos.

En tanto, la oficina de la fiscal Fani Willis guardó silencio sobre el fallo, pero medios locales que intentaron contactarla adelantaron que el personal ya trabaja para reforzar el amplio expediente por una presunta conspiración, al tiempo que siguen las dudas de si la funcionaria encabezará a la parte acusadora durante este juicio.

Investigaciones recientes evidencian que Willis podría ser descalificada por un presunto conflicto de interés.

Según investigaciones uno de los abogados que contrató para ahondar en las ilegalidades del magnate fue su pareja, Nathan Wade, y acusan que se benefició de esta relación tanto profesional como económicamente, sin abundar en ello, pero lo que expone una cadena de mentiras, según críticos de la fiscal, para asegurar el caso.

Pero ella descartó posibles irregularidades, pero el equipo de Donald Trump no ha dejado pasar el caso al poner en duda la credibilidad de la responsable de que sea llevado a juicio al cuestionar su ética profesional y asestar que ella al igual que otros adversarios actúan por consigna política, para favorecer al actual mandatario, Joe Biden, quien va por la reelección.

No obstante, se cree que la definición podría ocurrir mañana mismo, de acuerdo con diarios estadounidenses; pero en caso de ser destituido aún no se ponen sobre la mesa posibles sustitutos para llevar a prisión al magnate por el único de sus cuatro juicios a nivel estatal.