Rechazo a guerra, cambio histórico en Estados Unidos

Rechazo a guerra, cambio histórico en Estados Unidos
Por:
  • larazon

Foto AP

Un ataque militar contra Siria afectaría al país y a gran parte de Medio Oriente; sin embargo, el mayor impato se puede ver al interior de Estados Unidos en donde, por primera vez en mucho tiempo, la mayoría de los congresistas y la población rechazan tajantemente su implicación en una guerra. Según la agencia Al Yazira, aunque un voto negativo en el congreso no representaría un rechazo definitivo al plan de Barack Obama para castigar al régimen sirio por el uso de armas químicas, sería un hecho histórico.

“Un porcentaje sustancial de los estadounidenses cree que la guerra que se propone es una mala idea. En el contexto de la historia de Estados Unidos, esto era casi impensable”, señala Al Yazira.

El medio catarí destaca que la guerra está entretejida en la trama de la vida americana , y los americanos por lo general la aprueban. Durante el siglo pasado la guerra era calificada por los estadounidenses como exuberante, varonil, limpia e incluso bella. Incluso el presidente Theodore Roosevelt pronunció la célebre frase que marcaría la posterior participación de Estados Unidos en los conflictos bélicos: “dar la bienvenida a casi cualquier guerra”.

“Cuando una raza pierde sus virtudes de duro combatiente, entonces, no importa lo que se pueda tener, no importa que tan experto sea en el comercio y las finanzas, en la ciencia o arte, porque ha perdido su derecho a sentirse orgulloso de estar entre los mejores”, expresó Roosevelt.

En su artículo, Stephen Kinzer afirma que los avances en la tecnología de destrucción y muerte hacen que sea difícil mantener la creencia en la belleza o la nobleza de la guerra.

El antiguo corresponsal de The New York Times recuerda que la idea del destino manifiesto dio paso a algo más sofisticado llamado internacionalismo liberal, la globalización y la “gran política”.

Para promover esa ideología, después de la Primera Guerra Mundial se creó el Consejo de Relaciones Exteriores, que tuvo como principal tema la palabra ubique, que significa “en todas partes”. Bajo esa definición se pretendía dar respuesta a una serie de grandes preguntas: ¿Dónde tiene Estados Unidos intereses vitales? ¿Dónde se debe tratar de determinar el curso de los acontecimientos? ¿En dónde tiene enemigos? ¿En qué lugar debe estar listo para pelear?

La abrumadora fuerza militar que posee Washington hace que para el país sea natural tratar de utilizarla, lo cual ha conducido a la militarización de su política exterior. Por ello, tras el presunto uso de armas químicas en Siria, EU quiso mantener su pensamiento ante la guerra.

Sin embargo, la población que apoyó las guerras de Irak y Afganistán se dio cuenta de que estas situaciones estaban hundiendo al país y que podrían tener consecuencias inesperadas. “Nunca en la historia moderna han habido tan dudas sobre un bombardeo, invasión o la ocupación de otros países”, sostiene Kinzer. Según encuestas la mayoría de los estadounidenses (en algunos casos llega al 60 por ciento) rechaza la intervención militar en Siria.

También los rotativos están llenos de informes sobre los miembros del Congreso cuyos que se oponen al ataque propuesto por Obama.

También en el ejército se oponen al ataque. Según una encuesta del diario Military Times el 75% de los militares no apoya la acción contra El Assad.

El experto concluye: “Este es un momento emocionante para los que quieren que finalmente Estados Unidos reconozca los límites de su poder, abandone sus delirios de excepcionalidad y se de cuenta que no tiene respuesta a todos los problemas del mundo”.