Cruceros pierden 4 mil mdp por la pandemia

De marzo de 2020 al tercer mes de 2021 la industria de cruceros en México habrá perdido cuatro mil 500 millones de pesos y 18 mil empleos directos a causa de las restricciones sociales que trajo consigo la pandemia de Covid-19, aseveró Armando Bojórquez, presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina (Actual).

Señaló que la intención de viaje por medio de un crucero está limitada ante los contagios de coronavirus que todavía se ven en el mundo, los cuales ascienden a más de 86 millones de personas infectadas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Recordó que con el cierre de fronteras, esta actividad fue de las primeras en parar.

“En 2020 se esperaban mil 400 cruceros, con cinco millones de visitantes. Se estima que se perderán 18 mil empleos directos y cerca de los cuatro mil 500 millones de pesos de marzo 2020 a marzo 2021 en México”, afirmó Armando Bojórquez en entrevista con La Razón.

Cifras de DataTur indican que de enero a noviembre de 2020 se perdieron cinco millones 610 mil 974 pasajeros vía cruceros, lo que equivale a una caída anual de 71 por ciento. En cuanto a arribos, en el periodo referido llegaron a México 865 embarcaciones, 68.8 por ciento menos que en el mismo periodo de 2019.

En la zona del Pacífico la llegada de cruceristas se desplomó 70.4 por ciento en el periodo referido, con el ingreso de 589 mil 130 pasajeros. En arribos, la contracción fue de 66.3 por ciento, con sólo 305 embarcaciones.

Los puertos más afectados en los primeros 11 meses del año en la zona del Pacífico fueron el de Acapulco, Guerrero, con -82.5 por ciento anual en la llegada de cruceros; le siguieron Cabo San Lucas, Baja California Sur, con -73.3 por ciento; y Mazatlán, Sinaloa, con -72.1 por ciento.

En el Golfo-Caribe la afectación por la pandemia fue similar. Los arribos cayeron 68.4 por ciento, con 560 embarcaciones turísticas, desde las mil 770 que se registraron de enero a noviembre de 2019. La llegada de pasajeros también se vio comprometida, pues disminuyó 71.2 por ciento.

En este caso, los puertos que menores embarcaciones recibieron fueron Cozumel y Mahahual, en Quintana Roo; y Progreso, Yucatán. Los tres tuvieron bajas de 69.5 por ciento, 66.5 por ciento y 65.4 por ciento, respectivamente.

Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana, explicó que esta industria podría ver una ligera recuperación en países de primer mundo en la temporada de verano de este año, encaminándose a una reactivación hacia 2022 o 2023, pues es de las actividades dentro del turismo que más va a tardar en reponerse de la pandemia, lo que beneficiaría el turismo en México.

“La industria de cruceros llegó bien posicionada a la pandemia; sin embargo, de todas las industrias turísticas fue la más afectada, porque mientras que otros sectores han tenido reaperturas graduales, ésta es de zarpa o no zarpa”, declaró el experto.

Según cifras de Statista, los ingresos a nivel mundial de esta industria pasaron de 33 mil millones de dólares en 2015, a 40 mil millones de dólares en 2018. En México, los datos también apuntaban a resultados más favorables.

Banco de México (Banxico) señaló que en 2019 los cruceros dejaron una derrama económica por 626 millones de dólares, con la llegada de más de nueve millones de pasajeros, lo que representó un incremento de 30.4 por ciento anual en cuanto a llegadas de barcos; pero una contracción de 12 por ciento en flujo de visitantes.

Actual también consideró que, con el fin de generar confianza a los turistas, las navieras podrían pedir a los viajeros que estén vacunados contra Covid-19. “Será a mediados de 2021 cuando se esté en una etapa de reactivación de hasta 75 por ciento; mientras que a final de año pueda ubicarse en 90 por ciento”, declaró Armando Bojórquez.

Por último, Gerardo Herrera consideró que la falta de promoción turística por parte de la Secretaría de Turismo (Sectur) hace que la reactivación de la industria en general sea “vulnerable”, por lo que descartó el escenario optimista de las autoridades correspondientes de una recuperación en un año. “Sin apoyos, podría tardar hasta cuatro años”, recalcó.