Plan de infraestructura de EU, apoyo a México

El plan de infraestructura por 2.2 billones de dólares lanzado ayer por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, generará un beneficio indirecto a México a través de las importaciones de productos terminados, con lo cual analistas estiman un alza de entre 12 y 18 por ciento este año en las ventas mexicanas al vecino del norte.

Una vez que sea aprobada esta iniciativa, los efectos para México se reflejarán hacia finales de año, mismos que se traducirían en un incremento en las exportaciones automotrices, de electrónicos y tecnología, debido al estímulo que se hará en el empleo y consumo estadounidense, consideró José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

“Un error sería esperar que México se puede beneficiar directamente del plan, porque todos los insumos y los materiales que se tienen que usar en los programas de infraestructura deben estar hechos en territorio estadounidense. Sin embargo, de forma indirecta las exportaciones podrían crecer hasta 12 por ciento”, afirmó en entrevista con La Razón.

Destacó que este plan, el más grande desde 1960, es una medida para acelerar la recuperación económica de Estados Unidos, que perdurará en los próximos ocho años. 

El plan de 2.2 billones de dólares para reconstruir la infraestructura de Estados Unidos propone duplicar los fondos federales para el transporte público y gastar 80 mil millones de dólares para expandir y modernizar el servicio ferroviario de pasajeros. Se financiará con aumento de impuestos, según Reuters.

Para Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base, se trata de un ejemplo de política fiscal contracíclica para acelerar el crecimiento económico de Estados Unidos, proyectado en 6.2 por ciento en 2021; además, dinamizará el consumo y la inversión en este país.

Sostuvo que con una política de este tipo, los beneficios pueden llegar a todos los sectores mexicanos, en especial a las exportaciones automotrices, ahora afectadas por la escasez de semiconductores. Estimó que los envíos a Estados Unidos podrían crecer más de 18.5 por ciento.

APROVECHAR LA OPORTUNIDAD

 Para sacarle el mayor provecho a la iniciativa, De la Cruz instó a que el sector productivo de México observe qué sectores comenzarán a crecer una vez que Estados Unidos tenga tasas de desempeño más fuertes para generar más empleo.

“México debería aplicar una política industrial para ser más competitivo en lo que los americanos van a consumir. Tendríamos que incrementar la competitividad en maquinaria y equipo, electrónico, cómputo, consumo de los hogares específicamente”, opinó.

A su vez, Siller destacó las oportunidades que hay en la demanda interna, ya que la recuperación mexicana depende del sector externo y su relación comercial con Estados Unidos.

EGC