Inflación al alza rompe pronósticos y ya impacta en alimentación

La inflación en México alcanzó un nuevo nivel máximo en más de 21 años, al ubicarse en 8.15 por ciento a tasa anual en julio de 2022, el más alto desde diciembre de 2000 y por arriba del 8.13 por ciento esperado por el consenso del mercado, debido sobre todo al alza de productos agropecuarios.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un incremento de 0.74 por ciento respecto al mes previo, el mayor para un mismo mes desde 1998 y superior al 0.72 por ciento esperado por analistas.

Los productos con mayores precios al alza en julio fueron huevo 8.31 por ciento, papa y otros tubérculos 11.96 por ciento, loncherías, fondas torterías y taquerías 0.85 por ciento, naranja 15.51 por ciento y cebolla 13.79 por ciento respecto al mes previo.

En contraste, los productos con mayores precios a la baja fueron pollo 2.07 por ciento, aguacate 8.90 por ciento, jitomate 5.02 por ciento, uva 16.81 por ciento y chile poblano 10.67 por ciento en julio respecto a junio.

Con ello, la inflación a tasa anual se aceleró de 7.99 por ciento en junio pasado a 8.15 por ciento en julio, su segunda alza consecutiva, con lo cual se ubicó en su mayor nivel desde diciembre de 2000 y resultó por arriba del 8.13 por ciento esperado por el consenso de analistas.

Así, la inflación ligó 17 meses por arriba del rango objetivo del Banco de México (Banxico), de 3.0 por ciento, más/menos un punto porcentual, lo que eleva la expectativa de un nuevo incremente de 75 puntos base en la tasa de referencia, actualmente en 7.75 por ciento, con lo que alcanzaría un nivel máximo histórico de 8.5 por ciento.

La inflación subyacente —que determina la trayectoria de los precios en el mediano y largo plazo— mantuvo en julio el ritmo de crecimiento y alcanzó una tasa de 7.65 por ciento anual en julio, desde 7.49 por ciento en junio, por el alza de las mercancías y los servicios, con lo que se acumularon 20 meses continuos de aumentos.

En tanto, la inflación no subyacente se elevó de 9.47 por ciento en junio a 9.65 por ciento anual en julio, presionada por los precios de los productos agropecuarios y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno.

Pobres, los más afectados

El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) comentó que, aunque la inflación general en julio fue de 8.15 por ciento anual, el nivel es más alto en ciertos componentes, como las frutas y verduras, donde alcanzó 16.16 por ciento, en productos pecuarios 15.96 por ciento y en alimentos, bebidas y tabaco 12.09 por ciento.

En contraste, los precios de las mercancías alimenticias subieron 7.83 por ciento y los energéticos aumentaron 4.68 por ciento en julio a tasa anual, ambos por debajo del nivel de la inflación general.

En un análisis, señaló que en los últimos años la inflación ha afectado más a los hogares de ingresos más bajos.

Refirió que mientras que, para los hogares de mayores recursos, que se encuentran en el décimo decil de ingresos y perciben en promedio más de 50 mil pesos al mes, la inflación en los precios de la canasta de consumo fue de 8.05 por ciento entre julio de 2021 y el mismo periodo de 2022, para los hogares con ingresos de nivel medio el incremento fue de 9.31 por ciento.

El impacto es aún mayor para los hogares de bajos ingresos, que tienen recursos de alrededor de tres mil pesos al mes y vieron un incremento de 10.26 por ciento en el gasto necesario para adquirir la canasta de consumo.

También pega a Bolsa de Valores

La alta inflación y elevadas tasas de interés están frenando el apetito de los inversionistas por financiarse a través de la bolsa de valores y provocando una “ola” de salidas de este mercado, alertó la directora general de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), María Ariza.

En entrevista durante el evento “Grito BIVA de Exitus Credit”, dijo que el contexto actual de altas inflaciones afecta directamente a los mercados financieros, porque lleva a los bancos centrales a elevar las tasas de interés para controlar la escala de precios, pero esto también encarece el costo de financiamiento de las empresas.

“Esto lo que genera es un menor apetito de las empresas por financiarse con estas tasas y este costo más caro, y ello implica una desaceleración en sus proyectos y, por lo tanto, eso impacta también a la propia economía”, subrayó.

Inflación empobrece alimentación: Anpec

La alimentación básica del mexicano se ha empobrecido debido a la inflación, ya que ha encarecido los productos, provocando la disminución en su calidad y cantidad, además ha bajado la capacidad de compra de la población, obligándola a pedir fiado, afirmó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

El presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera, señaló que ahora el consumo de los mexicanos es por pieza, a granel, de baja proteína y menor volumen, con compras diarias o máximo para tres días y dejaron de comprar productos enlatados, huevos, botanas, dulcerías y lácteos.

Al dar a conocer los resultados de la “17ª Encuesta Anpec: inflación y desabasto”, informó que el ticket promedio de compra diario es ahora de 50 a 100 pesos, cuando en octubre del año pasado estaba entre 100 y 150 pesos.

“La alimentación de los mexicanos en la época posCovid se ha empobrecido, ha bajado su calidad y cantidad, es algo que al final del día nos va a cobrar una factura mayor de no cambiar esta situación porque esta seguridad alimentaria no va llevar a tener una salud pública más frágil de la que ya tenemos y a tener problemas de salud mayores en un futuro no muy lejano”, advirtió.

De acuerdo con la encuesta levantada entre mil 300 pequeños comerciantes de todo el país, los bienes y servicios que se encarecieron a causa de la inflación, que ya rebasa el 8.0 por ciento, son los de la canasta básica, las gasolinas y la luz.

En rueda de prensa, señaló que 71.7 por ciento observa que a los clientes no les alcanza para comprar la canasta básica completa, 84 le pide fiado y 76.3 ha notado que proveedores han reducido la presentación de productos y 72.6 por ciento vio un aumento en el cobro de la luz.

Además, 66.4 por ciento cree que se verá afectado por el alza de la tasa de interés, pues disminuye el poder adquisitivo de la gente, 56.4 por ciento cree que la inflación va a durar más de dos años, 83 por ciento cree urgente un aumento salarial para contener la inflación y han percibido aumentos en predial, permisos y servicios públicos.

Sobre la vida diaria del pequeño comerciante, la encuesta demuestra que el 46.41 por ciento ha sido víctima de violencia en sus establecimientos, mientras que 62.90 por ciento ve como competencia desleal a las tiendas de conveniencia.

Sobre el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), instrumentado por el Gobierno federal a principios de mayo pasado, 78.46 por ciento dice que no ha funcionado, mientras 58.21 por ciento espera del Gobierno créditos y empleos bien remunerados.

Sostuvo que la reactivación económica “es una asignatura pendiente” y ventas siguen bajas, “el pequeño comercio se encuentra incierto sobre su futuro, sin apoyo por parte del Gobierno o de la industria y con temor al desabasto”.

Afirmó que la inflación llegó para quedarse y es un tema global, “es como el agua, no se puede contener en las manos ni por decreto, es un síntoma, no es la enfermedad; la enfermedad que se tiene en este momento es que la economía nacional no ha logrado dispararse”.

lem.