El pasado miércoles 21 de mayo se inauguró el Congreso Nacional “Necesidad de la Filosofía en el Bachillerato del Siglo XXI” en la sede de la Secretaría de Educación Pública.
El nombre del evento lleva un mensaje esperanzador: la SEP ahora sostiene que la enseñanza de la filosofía es necesaria. Esta declaración es un avance muy grande. En la reforma de la educación media superior que se llevó a cabo a finales del sexenio anterior, a la filosofía se la metió con calzador dentro una asignatura muy confusa denominada “humanidades”. Las asignaturas como “lógica” o “ética” en las que tradicionalmente se enseñaba la filosofía de manera disciplinaria desaparecieron del mapa curricular de la educación media superior. Esto ya había sucedido antes, durante el gobierno de Felipe Calderón, pero en aquella ocasión, la comunidad filosófica logró que la medida se echara para atrás y que esas disciplinas se reinsertaran en el currículum. La comunidad filosófica pensó que con la última reforma del artículo tercero constitucional se garantizaba la enseñanza de la filosofía en la escuela pública, ya que en esa ocasión en el texto constitucional se indicó que la educación impartida por el Estado debía incluir a la filosofía. Sin embargo, la última reforma educativa convirtió a ese precepto constitucional en letra muerta. La enseñanza de la filosofía requiere de un método preciso, de una técnica pedagógica articulada y de un proyecto educativo sólido. Nada de eso está presente ahora en la educación media superior oficial.
Tomando en cuenta todo lo anterior, el congreso inaugurado el 21 de mayo es una excelente noticia que le brinda esperanza a la comunidad filosófica nacional de que se corregirá el currículum de la educación media superior para que se vuelva a enseñar filosofía de una manera adecuada. Tanto el Dr. Jorge Linares, presidente de la Asociación Filosófica de México, como el Dr. Gabriel Vargas, por parte del Comité Nacional en Defensa de la Filosofía, coincidieron en manifestar su beneplácito por la buena disposición mostrada por la SEP.

“Toda la pudrición”
No puede soslayarse el decidido apoyo brindado por la subsecretaria de educación media superior, la Dra. Tania Rodríguez Mora, para la realización de este evento. Merced a su entusiasta convocatoria se contó con la presencia del secretario del ramo, el Mtro. Mario Delgado, así como la de los directores de los diversos subsistemas de Educación Media Superior a nivel nacional.
Ahora todos estamos de acuerdo en que la enseñanza de la filosofía es necesaria. Lo que resta es que tanto la SEP como la comunidad filosófica nacional, representada por el Comité Nacional en Defensa de la Filosofía, encuentren la mejor manera para que la filosofía esté presente en el currículum de la educación media superior. Una manera, sugerida por la Dra. Virginia Lorenzo, responsable de la Coordinación Sectorial de Fortalecimiento Académico, es que la asignatura que hoy se conoce como “humanidades” se renombre como “pensamiento filosófico y humanidades”. Más allá del cambio de nombre, lo fundamental es que dentro de dicha asignatura se incluyan módulos de aprendizaje bien definidos en los que se pueda formar a los alumnos en los temas centrales de la ética y de la lógica, por mencionar apenas dos de las subdisciplinas filosóficas que tradicionalmente se han incluido en la educación media superior.
Para que sea provechosa, la enseñanza de la filosofía en la educación media superior no puede quedar en un plano de formación transversal y mucho menos como el aderezo de una asignatura que pretenda dar una embarrada de formación humanística. No podemos esperar que los egresados de la educación media superior sean capaces de, por dar un par de ejemplos, distinguir de manera exacta un argumento válido de una falacia o de distinguir claramente un juicio de valor de un juicio de gusto, si no han aprendido en el salón de clases cuáles son las características precisas de lo que es un argumento válido o un juicio de valor. Para formar a los ciudadanos de una democracia robusta es indispensable adquirir ambos conocimientos en la escuela pública. La filosofía no es un ornamento dentro de la educación pública, muy por el contrario, es una disciplina esencial sin la cual no podemos imaginar el futuro democrático de México.
