Regresar a la narrativa de Pedro Juan Gutiérrez: acto de conmiseración. Un desafío, volver a dialogar con personajes piadosos envueltos en vacilaciones. Pedro Juan lo arriesgó todo cuando decidió retratar a esas criaturas de una Habana subterránea no apta para turistas asépticos: Trilogía sucia de La Habana se distingue por la conformación de una serie de relatos de ambientes y personajes sórdidos que reaparecen después en libros imprescindibles (El Rey de La Habana, Animal tropical, Carne de perro...) para conocer las tripas de Cuba.
“Yo no escribí la Trilogía sucia de La Habana en busca de la fama ni para triunfar. La escribí porque, o lo hacía, o me reventaba. Estaba desesperado, rabioso, con mis problemas personales. Lo que le estaba pasando a mi país. Escribía desesperadamente. Logré 60 cuentos en tres años. Nunca he escrito pensando en lo que puedo ganar o perder o en lo que pueda gustar. En ese sentido hay que ser valiente: escribo lo que me dé la gana y que cada quien haga su lectura”: ha dicho Pedro Juan Gutiérrez del volumen que lo ubicó en la cresta de la literatura cubana contemporánea y, asimismo, afrontó dos miradas incompatibles: lectores entusiastas e incondicionales y detractores que han llegado a cuestionar una obra narrativa elogiada por la crítica especializada de España y de países hispanoamericanos.
Mecánica popular (Editorial Anagrama, 2024) confirma la obstinación de Pedro Juan Gutiérrez por explorar en las coordenadas anímicas de Cuba. Esta vez voltea su mirada a las circunstancias de la Isla en los años 50/60/70 en tres puntos geográficos cardinales: provincias de Matanzas, Pinar del Río y La Habana. “Estos relatos se refieren a situaciones y personas reales. Los lugares ya se transformaron y las personas no están. Se desarrollan en Matanzas, Pinar del Río y La Habana, Cuba, en las décadas de 1950, 1960, y 1970. Los cambios radicales y vertiginosos que se produjeron en Cuba en esos años trastornaron las vidas de todos, para bien o para mal”, acota Gutiérrez.
Diecisiete relatos en configuraciones de viñetas que conjugan incidentes sucesivos de un personaje, Carlitos, que va reanudando sus actos en las diferentes tramas de las narraciones: el ‘niño Carlitos’, el ‘soldado Carlitos’, el ‘obrero de la construcción Carlitos’, el ‘aspirante a estudiante de Arquitectura Carlitos’, el ‘esperanzado Carlitos que quiere ser periodista’. Propuesta de una “novela episódica” donde los delirios y decepciones de los personajes trazan un impresionable mapa: “mosaico caribeño” de ensueños, trances, vigores, afanes y empalmes eróticos.
Presencia de mujeres que marcan los gestos del Carlitos-adulto: una tía petulante, la vecina con parecido a Sofía Loren que estimula la entrada de Carlitos a las disquisiciones del onanismo, una novia que lo lleva a experimentar un suceso espinoso, una joven divorciada, una mujer madura inexperta en meandros sexuales y la madre avizora. Muestrario de 30 años de transformaciones sociales y culturales en Cuba como trasfondo de las peripecias de Carlitos. “Literatura arraigada a lo cotidiano retratado sin velos. Textos de visceralidad, crudeza, carnalidad y una pizca de melancolía por unos años que han quedado definitivamente atrás”, apuntan los editores.
Mecánica popular
Autor: Pedro Juan Gutiérrez
Género: Cuento
Editorial: Anagrama, 2024