Acteal: Una triste Navidad llena de santos inocentes

Acteal: Una triste Navidad llena de santos inocentes
Por:
  • jacqueline tapia

Así se tituló la revista Iglesias del Centro Nacional de Comunicación Social Cencos.  Estábamos de vacaciones; sin embargo, ese día fui a trabajar, ¿cómo imaginar que la llamada telefónica iba a ser tan aterradora?: “Nos están matando me decían, queremos hablar con Don Pepe”.

Era 1997 y Chiapas era el centro de graves conflictos y violaciones de derechos humanos. Ahí estaba la organización Las Abejas, un grupo de indígenas tzotziles que se caracterizaban por buscar, a través de la paz, la solución de conflictos, y que tuvieron que salir de sus hogares porque un grupo de civiles armados habían sembrado temor en su comunidad. Desde hacía varios días, con el atentado contra don Samuel Ruiz y Raúl Vera se había lanzado una primera advertencia de preocupación, pero nadie quiso escuchar. Al fin, para el gobierno eran indígenas insurrectos.

Poco a poco empezamos a saber lo que pasaba en Acteal. Cuando después fueron a Cencos nos describieron los hechos: “estábamos orando como a medio día y ahí, en plena oración, un grupo de paramilitares o escuadrón de la muerte, entraron  armados y nos dispararon”. La curia diocesana, por su parte, comentaba que, a través del vicario de justicia, se comunicó con Homero Tovilla, secretario de Gobierno del estado, para tener información, quien les respondió que nada pasa ahí, negando los hechos, mientras la masacre se perpetraba en total impunidad.

Durante esos días el gobierno del estado negaba los hechos y sólo dos medios de comunicación daban la lista con el nombre de cada una de las personas masacradas: Miguel Ángel Granados Chapa y la revista Cencos-Iglesias. Cuarenta y cinco personas asesinadas, 16 niños, niñas y adolescentes; nueve hombres adultos y, como siempre, la peor parte le tocó a las mujeres: 20 asesinadas, cuatro de ellas embarazadas, que, al total, habría que agregar a sus hijos/as sacados de sus vientres, quienes aún sin nacer ya eran enemigos del Estado.

El grupo Las Abejas no ha cesado en su búsqueda de justicia. El 2 de marzo del 2005 presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos la denuncia en la que señalan al Estado mexicano como el responsable de la masacre, al presentar una serie de testimonios que advierten la pasividad de las fuerzas de seguridad. Veintiún años después, de las 87 personas sentenciadas, 82 alcanzaron su libertad y cinco cumplen pena por homicidio simple.

El caso de Acteal es uno de nuestros grandes pendientes, que se suma a los que estará atendiendo la Subsecretaría de Derechos Humanos de Gobernación y así alcanzar la tan anhelada verdad y justicia que nos permita, si no redimir el dolor, sí terminar con la impunidad. ¡Porque Acteal Sigue Vivo!

Por cierto: Avísenle a Manuel Negrete, alcalde de Coyoacán, que las y los maestros de la Casa de Cultura Reyes Heroles, llevan más de cuatro meses sin que les paguen, ¡dizque porque la cuenta bancaria está congelada!