El despojo de los adultos mayores

La población más afectada durante esta pandemia del Covid-19 que estamos enfrentando ha sido, sin duda, la de los adultos mayores.

Son los mayores de 70 años quienes son más propensos a fallecer a causa de este cornoavirus. Sucedió en China y ahora en Italia: 83 por ciento de quienes fallecieron ante la infección de Covid-19 tenía más de 60 años.

Entre más joven se es, el sistema inmunitario es más fuerte. Conforme pasan los años, las respuestas del sistema inmunitario innato y el adaptativo cambian. Los sistemas inmunitarios entre más años se tienen más débiles son. A medida que envejecemos, las respuestas del sistema inmunitario innato y el adaptativo cambian, modificando este equilibrio. Los monocitos de los individuos mayores producen menos interferón en respuesta a la infección viral. Les resulta más difícil matar las células infectadas y transmitir señales a la respuesta inmunitaria adaptativa, para que se ponga en marcha.

Pero, además, como ha sucedido en otros países, y ahora lo vemos en México, con la Guía Bioética que se divulgó, en caso de que se saturen los servicios de salud y se tuviera que decidir a quién se le daba atención medica y oportunidad a un respirador, entre un joven sin antecedentes médicos o un adulto mayor, se le da el apoyo al joven.

Los adultos mayores la tienen difícil, en particular las mujeres, porque ahora ha aumentado la violencia intrafamiliar contra ellos, por parte de la pareja, pero también por los hijos, hijas o quienes los cuidan.

La titular de la Secretaría de la Mujer, Ingrid Gómez Saracíbar, asegura que han recibido un número significativo de reportes, sobretodo de mujeres mayores de edad, que además de que se está acrecentado el tema de violencia por la condición de género, hay otro tipo de formas de violencia contra ellas, las que tienen que ver con la omisión de cuidados, la psicoemocional y la económica.

Muchas veces dejan de recibir cuidados, alimentos y hasta son despojados de lo poco que tienen, incluso del dinero de sus pensiones. Y esta violencia se ha incrementado durante esta contingencia.

En países como China, Francia, Italia y Corea, las cifras de violencia intrafamiliar mostraron un alza de al menos 30 por ciento en reportes de violencia contra la mujer, según datos de la ONU. Y esta violencia se ve reflejada también en la población de adultos mayores.

Viven entre la violencia e incertidumbre

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Muchos adultos mayores viven en pobreza, abandono y una serie de violaciones a sus derechos humanos, que incluyen despojo de su patrimonio, son los principales problemas que enfrenta la población de la tercera edad.

Se calcula que 40 por ciento de la población de 65 años y más es despojada de sus pensiones y apoyos económicos. Pero además del despojo, no los cuidan y acaban viviendo en la calle.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador anticipó que una de las primeras medidas que tomó su Gobierno para “blindar al pueblo” ante la crisis financiera derivada por el Covid-19 fue el adelanto de cuatro meses de pensión a los adultos mayores.

“En vez de un bimestre, les vamos a entregar dos bimestres; o sea, el equivalente a cuatro meses y a partir de esta semana comenzamos”, adelantó en conferencia matutina desde marzo pasado.

De esa manera, personas de la tercera edad recibirán en su cuenta cinco mil 340 pesos, aseguro el Presidente López Obrador. Y es una buen medida para ellas, pues el propio Presidente aseguró que “ellos (las personas mayores) son gente muy responsables; pero de todas maneras, no está de más decirles que se administren bien”.

Es un apoyo importante que se entregó a más de ocho millones de adultos mayores, pero lo complicado, y lo que nos dicen las propias estadísticas, es que más de 40 por ciento de estos adultos mayores son despojados de sus bienes materiales.

Habrá que ver que realmente estos apoyos vayan a las personas adultas y más en un momento de crisis económica, en donde tan sólo entre el 13 de marzo y el 6 de abril se han perdido 346,878 empleos, en plena contingencia por la pandemia del coronavirus en México. La cifra de personas que han dejado de recibir ingresos es mucho mayor, hablando de un país donde 60 por ciento de la población trabaja en la economía informal.