Ángel Papadópulos

Brady nos calló otra vez

TIEMPO DE COMPENSACIÓN

Ángel Papadópulos
Ángel Papadópulos
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El Super Bowl LV fue disputado entre los Buccaneers de Tampa Bay y los Chiefs de Kansas City. El partido fue una de las sorpresas más sobresalientes en los últimos años, es cierto que el ganador no fue el esperado, pero lo que nadie especuló fue la aplastante forma en la que Tampa logró la victoria. La ofensiva de los Chiefs, liderada por el quarterback superestrella, Patrick Mahomes, ha sido un ataque dominante que ha roto récords los últimos años; sin embargo, no lograron anotar un touchdown.

El duelo entre el joven Mahomes y el histórico mariscal de 43 años, Tom Brady, fue altamente anticipado durante la previa, pero fue la defensiva de los Buccaneers la que se robó el espectáculo, logrando contener a una ofensiva que constantemente había arrasado a rivales de élite.

Claro que Tom Brady también hizo un gran trabajo, se planteó que necesitaba hacer un partido perfecto para vencer a los Chiefs, y el siete veces campeón demostró que el partido perfecto no es el más ostentoso, sino el adecuado para la situación. El mariscal de los Bucs solo tuvo 201 yardas, pero no se equivocó, estableció el juego por tierra y concreto en los momentos importantes.

Este partido fue un excelente recordatorio de que el futbol americano va mucho más allá de lo que pueda hacer el quarterback, ya que se evidenció tempranamente en el partido que la línea ofensiva de Kansas estaba en peores condiciones de las que se especulaba, pues debido a múltiples lesiones se forzaron sustituciones y cambios de posición.

Creo que ningún quarterback hubiera podido ganar este partido estando en la posición de Mahomes, a pesar de que sus estadísticas son escandalosas, el joven mariscal dio un partido excepcional. La falta de un touchdown no fue por falta de intentos de su parte, logrando lanzar algunos de los pases más improbables que se han visto hacia la zona de anotación, para ser decepcionado por receptores que usualmente son de altísima calidad.

Aquí están cinco razones por las que creo que los Buccaneers lograron callar a todos.

Presión a Mahomes

La debilitada línea ofensiva de los Chiefs se enfrentó contra la temible línea defensiva de los Bucs, la cual hizo que Mahomes tuviera que recorrer 497 yardas tratando de escaparse a lo largo del partido. Evidenciando por qué se le hace tanto énfasis a los que presionan al mariscal en el futbol americano moderno, a tal grado que ya existen argumentos para colocar a esta posición como la segunda más importante en el deporte, detrás del quarterback. No importa la calidad de la ofensiva, si no se protege al hombre del que nace la ofensiva, éste es el resultado.

Trabajo defensivo contra Tyreek Hill

Después de que el receptor de los Chiefs, Tyreek Hill, tuvo un partido de 269 yardas contra los Buccaneers en la temporada regular, lograron contenerlo a 73; a pesar de no ser una cifra tan baja, Hill fue invisible en los momentos importantes, y hasta tiró un pase en la zona de anotación. El veloz receptor se enfrentó a marcajes dobles a lo largo del partido, además de que Mahomes no tuvo el tiempo para encontrar a su arma preferida.

La falta de un segundo receptor para Kansas

La ofensiva de los Chiefs se caracteriza por tener veloces receptores, pero con Mahomes sin mucho tiempo para lanzar, las oportunidades de pases largos fueron escasas. Los Bucs lograron eliminar a Tyreek Hill, pero ningún otro receptor tuvo más de 13 yardas. Es cierto que el ala cerrada, Travis Kelce, tuvo un partido que según las estadísticas fue excelente, con 133 yardas. Sin embargo, fueron números vacíos, cómo el mencionó en la entrevista después del juego. Cuando Mahomes tenía tiempo para lanzar y el esquema fluía, los demás receptores lograban aprovecharse de la situación, pero contra los Buccaneers se evidenció su falta de técnica con rutas más cortas, lo cual sentenció a Kansas.

Gestión de partido perfecta la ofensiva de Tampa

Se dijo que Brady necesitaba establecer el juego terrestre contra una defensiva que sufre mucho por tierra. Además de esto, Brady no se equivocó y demostró una vez más que no necesita tener el talento de Rodgers o Mahomes para ganar una y otra vez; la selección colegial número 199 nos calló la boca una vez más , distanciándose cómo el mejor de la historia.

Cuestionable arbitraje

En todos los deportes donde hay subjetividad la controversia siempre abundará, sin embargo, sí creo que el primer tiempo tuvo varias decisiones cuestionables en contra de Kansas, la crítica me parece válida si el partido hubiera sido remotamente competitivo.

A pesar de sus 43 años, Tom Brady sigue en la cima de este deporte, rehusándose a pasar la estafeta. Acompañado de un gran grupo de receptores y una defensiva joven, es difícil pensar que le quede poco tiempo a la leyenda viviente.