Ángel Papadópulos

Final polémico que acaba con Verstappen campeón

TIEMPO DE COMPENSACIÓN

Ángel Papadópulos *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Ángel Papadópulos 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Tras una temporada histórica y frenética de Fórmula 1, tuvimos una carrera final que la simbolizó en varios aspectos. Con más controversia que nunca en la batalla entre los titanes y contendientes al campeonato, Lewis Hamilton y Max Verstappen, que concluyó con el último consiguiendo su primer campeonato en la máxima categoría, impidiendo así que el inglés lograra el récord con un octavo título.

Siempre es complicado hablar de merecimientos en la Fórmula 1, ya que el contexto de cada piloto no es claro ni constante en comparación de sus rivales. No obstante, esta temporada creo que tanto Lewis como Max tuvieron coche para ganar el campeonato, ambos dejaron un desempeño sobresaliente y con un margen considerable sobre el resto, por lo que los dos me parecían dignos de conseguir este título independientemente de lo que sucediera en la carrera final.

Mercedes entraba con ímpetu tras sobreponerse en la segunda mitad de temporada a Red Bull con un Lewis Hamilton tan dominante como siempre. Sin embargo, fue Verstappen quien obtuvo la pole position el sábado, con una vuelta fantástica potenciada por Checo Pérez en las rectas.

En carrera, las arrancadas habían sido de los atributos más destacados de Max a lo largo de su gran año, aunque la más importante de todas fue mediocre comparado a la de Hamilton, quien lo adelantó entrando a la primera curva. Verstappen procedió a tratar un arriesgado y probablemente ambicioso rebase, frenando muy tarde debido a la falta de cercanía con Lewis. Esto resultó en que el británico fuera forzado a abandonar la pista y cortar la misma, ganando un segundo y medio aproximadamente.

Aquí comenzó la controversia, ya que se reclamó que Hamilton había obtenido una ventaja fuera de la pista, lo cual evidentemente está en contra de las reglas. Sin embargo, la FIA consideró que Lewis había devuelto cualquier distancia ganada, a pesar de que Max se encontraba directamente detrás de él antes de salir de la pista, para después perder un segundo y medio.

De todos modos, estaba claro que el Mercedes era el auto más veloz en Abu Dhabi, ya que Hamilton comenzó a alejarse considerablemente del neerlandés. Fue Checo quien empezó a cambiar la fortuna de su compañero; el piloto mexicano permaneció fuera de los pits por un periodo extendido para tratar de contener a Lewis, quien ya había cambiado sus neumáticos, causando que el margen con Verstappen se redujera.

Pérez dio una actuación memorable con llantas severamente gastadas contra el heptacampeón del mundo, logrando que el británico perdiera más de ocho segundos, permitiendo que Max se acercara a tan solo uno de su rival.

El rol de Checo fue crucial, y todo su equipo, especialmente su compañero fueron contundentes resaltándolo, ya que reducir el margen entre ambos contendientes causó que Lewis no pudiera entrar a pits en un par de ocasiones claves en el Gran Premio de Abu Dhabi. Es una realidad que Verstappen no sería campeón del mundo sin la brillante actuación del jalisciense.

A pesar de intentos estratégicos de Red Bull, estaba claro que Hamilton era inalcanzable. El director del equipo, Christian Horner, dijo: “Necesitamos un milagro”. La escudería austriaca recibió precisamente eso cuando Nicholas Latifi causó la salida del coche insignia tras un choque, reduciendo el margen de Lewis completamente. Además, debido al trabajo de Checo, Verstappen pudo cambiar neumáticos mientras que su rival no.

No obstante, quedaron cinco rezagados entre Verstappen y Hamilton, brindándole un colchón al británico, debido a que las reglas establecen que TODOS los autos que hayan sido rebasados por el líder deben pasar al auto insignia, el cual debe regresar a los pits UNA VUELTA DESPUÉS de que el último de estos se haya recuperado.

Todas estas variables complicaban el milagro para Verstappen, ya que no parecía haber vueltas suficientes para el neerlandés. Sin embargo el director de carreras, Michael Masi, quien había sido criticado por sus decisiones a lo largo del año, se sepultó como el villano de la temporada, cuando ignoró las reglas para causar espectáculo y drama en la última vuelta, por más injusto que esto sea.

Masi descaradamente ignoró dos artículos en las reglas de la FIA (48.8 y 48.12), ya que instruyó que sólo los rezagados que se encontraban entre Hamilton y Max debían rebasar al auto insignia, además este entró a los pits inmediatamente después de ser rebasado, no en la vuelta siguiente, lo cual hubiera causado que la carrera terminará detrás del mismo, coronando como octacampeón al británico.

El mediocre e inconstante trabajo de la FIA había sido de lo poco negativo que en esta grandiosa temporada de Fórmula 1, pero lo que pasó el domingo tristemente ensucia uno de los campeonatos más relevantes y emocionantes que ha visto el deporte. Cabe recalcar la respetuosa y profesional actitud de Lewis Hamilton tras lo acontecido, cuando francamente hubiera sido completamente justo y entendible que estuviera furioso e indignado.

En verdad es lamentable que se ensucie un campeonato de está magnitud para un Max Verstappen, que creo era el merecedor del mismo por su trabajo a lo largo de la temporada. Igualmente espero que esto sirva de experiencia y aprendizaje para la FIA en los siguientes años, que prometen estar llenos de más carreras electrizantes.