Arturo Damm Arnal

Autosuficiencia (1/3)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Autosuficiencia, según el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, es el “estado o condición de quien se basta a sí mismo”, sí mismo que puede ser desde una persona hasta un país, estado o condición que puede ser impuesta por la fuerza, por ejemplo, en el caso de un náufrago, o decidida voluntariamente, por ejemplo, en el caso del gobierno de un país que opta por el mercantilismo y el proteccionismo, cuyo objetivo es limitar, en el mejor de los casos, o prohibir, en el peor, las importaciones, por las que se “depende” del exterior, dependencia que se ve como una amenaza, misma que puede eliminarse prohibiéndolas, motivando un proceso de sustitución de importaciones por el cual se produce en el país lo que antes se importaba. La pregunta relevante es: ¿lo producido en el país puede ofrecerse, por lo menos, al mismo precio y/o con la misma calidad y/o con el mismo servicio que las importaciones?

No faltan quienes, sobre todo gobernantes y productores nacionales, partiendo de una situación de libre comercio, pretenden, los primeros, y demandan, los segundos, que se limiten o prohíban las importaciones, si no de todos los bienes que se importan, sí de aquellos de los que, según su punto de vista, no debe dependerse de productores y oferentes extranjeros, como por lo general es el caso de energéticos y alimentos, precisamente lo que pretende AMLO, lograr la autosuficiencia en gasolinas y ciertos alimentos: maíz, frijol, arroz, trigo, carne de res, pollo, leche y huevos.

¿Es correcta la intención de lograr la autosuficiencia, por lo menos en gasolinas y ciertos alimentos?

Lo primero que hay que hacer para responder es tener claro que el libre comercio, única situación a partir de la cual, buscando la autosuficiencia, puede imponerse el mercantilismo y el proteccionismo, se da cuando son los consumidores nacionales, comprando o dejando de comprar, quienes determinan, sin ninguna intervención del gobierno, la composición (el qué), y el monto (el cuánto), de las importaciones, de tal manera que se importa lo que los consumidores nacionales están dispuestos a comprar, en las cantidades que están dispuestos a comprar, respetándose el derecho a la libertad de los consumidores nacionales para decidir qué demandar, comprar y consumir, como lo demanda la justicia, entendida como el respeto a los derechos de las personas.

La imposición del mercantilismo y el proteccionismo, con la intención de lograr la autosuficiencia, supone limitar o prohibir importaciones, violando el derecho a la libertad de los consumidores nacionales para comprar lo que les dé la gana, producto nacional o extranjero; a quien les dé la gana, oferente nacional o foráneo; en donde les dé la gana, en su país o en el extranjero.

La autosuficiencia, impuesta por medio del mercantilismo y el proteccionismo, es éticamente injusta, porque viola el derecho de los consumidores nacionales a la libertad para demandar, comprar y consumir, razón más que suficiente para no imponerla. Pero, por si fuera poco, además de éticamente injusta es económicamente ineficaz porque atenta contra el bienestar de los consumidores, siendo a ese nivel, el del bienestar de las personas, que debe calificarse el desempeño de la economía.

Continuará.