Pasaportes, buen ejemplo

PESOS Y CONTRAPESOS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Pasaportes, buen ejemplo, ¿de qué? De los abusos que el gobierno comete contra los ciudadanos, abusos que muchas veces los ciudadanos no identifican como tales, como es el caso de los pasaportes. Lo explico.

Primer acto. Yo gobierno, te obligo a ti, ciudadano, a tener un documento, el pasaporte, sin el cual no puedes salir del país, lo cual condiciona, y por lo tanto limita, la libertad de tránsito de las personas entre países.

Segundo acto. Yo gobierno, que te obligo a ti, ciudadano, a tener un documento, el pasaporte, sin el cual no puedes salir del país, soy el único que lo proporciona, lo cual implica un monopolio.

Tercer acto. Yo gobierno, que te obligo a ti, ciudadano, a tener un documento, el pasaporte, sin el cual no puedes salir del país, porque, soy el único que lo proporciona, lo cual implica un monopolio, y además te lo cobro, lo cual supone el cobro de un impuesto, sobre todo si por impuesto entendemos cualquier desembolso de tiempo (por ejemplo: hacer cola para cumplir con algún trámite burocrático), trabajo (por ejemplo: cualquier tipo de servicio social exigido por el gobierno), o dinero (por ejemplo: lo que comúnmente se entiende por impuesto, desde el ISR hasta el IVA, pasando por los múltiples IEPS).

Ya quisiera yo, y supongo que también cualquiera de ustedes, tener un negocio con esas características: obligas a tener algo, sólo tú lo provees y además lo cobras.

Si el gobierno te obliga a tener, y por lo tanto a obtener, ciertos documentos, sin los cuales puedes meterte en problemas con él (por ejemplo: la licencia de manejo), o sin los cuales no puedes ejercer ciertas libertades (por ejemplo: el pasaporte), no debería cobrarte por ellos. Entonces, ¿cómo se cubriría su costo? Echando mano de los impuestos que ya te cobró, es decir, de la parte de tu ingreso, que es el producto de tu trabajo, que ya te obligó a entregarle cobrándote impuestos (ISR, IVA, IEPS, etc.).

Por lo pronto, para el año entrante, porque quiere y porque puede, el gobierno cobrará más por la expedición de pasaportes, y cobrará más muy por arriba de la inflación esperada que, según el mismo gobierno, será del 3.4 por ciento (Criterios Generales de Política Económica 2022). El costo del pasaporte, dependiendo del plazo, aumentará entre 109 y 666 pesos. ¿Por qué? Porque el gobierno quiere y puede. Quiere obtener más dinero y, dado que te obliga a tener un pasaporte, que sólo él provee, y por el cual te cobra, puede obtener más dinero, con la burla adicional de que a ese cobro le llama “pago de un derecho”, siendo que ese pago es, si quieres salir de país, una obligación, no un derecho, sobre todo porque un pasaporte no es, por su propia naturaleza, un bien (considerado) de dominio público, es decir, gubernamental.