Bibiana Belsasso

Caminito a la casa

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
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En México, con prácticamente medio millón de contagios y el tercer puesto en cuanto a muertes en todo el mundo, no habrá regreso a las escuelas; la educación pública se hará a partir del 24 de agosto, cuando reinicie el ciclo escolar, sin clases presenciales y con una activa participación de la televisión abierta y la radio.

Y es que, en varios países del mundo, con el regreso a las aulas, han aumentado de manera dramática los contagios.

Por ejemplo, en Francia, una semana después de que un tercio de los estudiantes volviera a las aulas, el gobierno informó de “un preocupante brote” de Covid-19, vinculado a las escuelas y nuevamente los alumnos han sido regresados a sus hogares. En el anuncio, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, fue muy claro, dijo que "la realidad nos obliga a tener paciencia y prudencia de lo contrario nos puede suceder lo que sucedió en Reino Unido, Francia, Israel, que iniciaron clases y tuvieron que volver a suspender actividades".

El reto es enorme: un proyecto sin precedentes en México, en el que se incluye a cuatro televisoras a través de las cuales se contempla dar servicio a 30 millones de estudiantes de 16 grados escolares, mediante seis canales de televisión abierta.

Se producirán 4 mil 550 programas de TV y 640 de radio en 20 lenguas indígenas acordes con los planes y programas de estudio. La SEP y el Canal 11 se encargarán de producir todos los contenidos que se transmitirán por TV. Los alumnos tomarán sus clases por TV de 08:00 a 19:00 horas, y debido a que las transmisiones no son de entretenimiento, tendrán validez oficial.

Ninguna solución para cubrir las necesidades de los estudiantes es óptima, pero desgraciadamente vivimos una pandemia y la solución de impartir clases por TV es una muy buena opción para llegar a todos los menores del país. En pruebas Enlace de años anteriores, muchos alumnos que han hecho la telesecundaria han tenido resultados superiores.

No es verdad lo que decía Carlos Monsiváis, de que la TV era una caja para idiotizar; desde hace muchos años se han hecho extraordinarios programas para los niños. Por ejemplo, el Canal 11, que estará encargado de la producción de muchos de los programas, tuvo durante años una de las mejores barras de programación infantil; otros muchos, han aprendido idiomas por ver la TV: el español se ha aprendido en muchos países, por ejemplo, de Asia, por las telenovelas. Pero no es lo mismo hacer un programa infantil que uno que sustituya las clases.

El nivel de enseñanza dependerá de los programas que se hagan y de los maestros que, como bien dijo el secretario de Educación, son insustituibles.

¿Qué nos debe preocupar? Que, con la enseñanza por TV, difícilmente podrá haber retroalimentación entre los profesores y los niños, y será complicado resolver dudas. Claro que hubiera sido mejor trabajar en línea, pero el Internet no llega a todo el país, y muchas familias no tienen computadora.

Y el tema académico se puede recuperar, pero uno de los mayores conflictos generados por la pandemia es el del encierro, el confinamiento de los niños, la ausencia de clases presenciales. Para la doctora Berenice Rangel Barrera, psiquiatra de niños y adolescentes del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro, si no se recuperan lo más rápidamente posible las clases presenciales, el mayor riesgo está en que tendremos, sobre todo entre niños de dos a ocho años, una generación que no sabrá relacionarse socialmente, que crecerá aislada y con muchas dificultades para acercarse a los otros.

Cierran filas

Los propietarios de las principales televisoras, Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Olegario Vázquez Aldir (Imagen), Francisco González (Multimedios) y Benjamín Salinas (TV Azteca), -en la foto con el Presidente Andrés Manuel López Obrador- aportaron canales especiales de sus concesiones para transmitir los programas educativos. La TV sigue siendo el medio de mayor cobertura: casi 96% de los mexicanos tienen una.
Los propietarios de las principales televisoras, Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Olegario Vázquez Aldir (Imagen), Francisco González (Multimedios) y Benjamín Salinas (TV Azteca), -en la foto con el Presidente Andrés Manuel López Obrador- aportaron canales especiales de sus concesiones para transmitir los programas educativos. La TV sigue siendo el medio de mayor cobertura: casi 96% de los mexicanos tienen una.Foto: Especial.

Puede haber, aunque tenga deficiencias, educación a distancia, pero es imposible para los niños que están empezando la primaria sensibilizarse ante otros, socializar desde lejos. Y para que aprendamos a socializar, la escuela es irremplazable.

Pero hay otro problema dramático que llega con esta pandemia, y es la disminución de recursos de muchísimas familias. Son decenas de miles los niños que por la crisis dejarán de estudiar, los que estando en escuelas privadas no podrán pagar colegiaturas y no tendrán espacio en escuelas públicas. El drama de la educación apenas comienza.

Uno de los primeros desafíos al que hace frente la SEP es otorgar un lugar para los miles de estudiantes que, debido a la actual crisis económica, han tenido que dejar las escuelas particulares.

Las solicitudes “para realizar cambios de plantel e inscripciones extemporáneas para alumnas y alumnos de escuelas públicas de educación básica” están llegando por cientos todos los días a las Direcciones Operativas. Con la modalidad de que estas solicitudes se están haciendo a través de correos electrónicos, algo nuevo y para lo cual no existían procesos, por lo que el personal para atenderlas es escaso y no está del todo capacitado.

Cabe señalar que en las “Direcciones Operativas a nivel primaria”, que es donde se debería desahogar esta titánica labor, ya no cuentan con Internet ni líneas telefónicas debido a que fue cortado el servicio gracias a la austeridad republicana, por lo que los administrativos tienen que hacer este trabajo desde sus hogares y con sus propios recursos.

Según las autoridades educativas, en las escuelas públicas habrá espacio para recibir a los estudiantes de colegios privados que tengan que migrar derivado de la situación económica.

La SEP señala que se está llevando a cabo un diagnóstico para determinar la ubicación geográfica, grado escolar y saturación de matrícula para ofrecer las mejores opciones a los estudiantes que pasen de la escuela privada a la pública.

Las clases presenciales iniciarán hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde, y una vez que esto ocurra, la SEP implementará un modelo de clases híbrido, el cual consiste en combinar tanto la educación a distancia como la presencial.

En los planteles pondrán énfasis en garantizar agua y jabón; además, se implementará el uso de cubrebocas, la sana distancia, recreos escalonados y asistencia alternada; y cuando se detecte algún caso positivo de Covid-19, el plantel cerrará por 15 días.

Las instituciones de educación superior, autónomas por ley, decidirán, de manera independiente, el tiempo y la forma en que podrán iniciar sus actividades administrativas, docentes, de investigación y culturales, siempre y cuando cumplan con los protocolos sanitarios. Son muchos los desafíos que se tendrán que enfrentar, desde quién cuidará a los niños mientras las madres tienen que salir a trabajar, hasta cómo se presentarán las evaluaciones.

Que cuatro televisoras  privadas que tienen cobertura suficiente, como de las del sector público, 11, 22, 14 y la red de televisoras de los estados, estén trabajando de manera conjunta es una muy buena noticia; que lo ideal sería seguir yendo a la escuela de manera presencial también es cierto, pero estos tiempos de crisis, de pandemia con tantos enfermos, nos obligan a trabajar de manera distinta; el Covid 19 ha cambiado al mundo, y también la manera de impartir la  educación.