Carlos Olivares Baró

La lluvia y los ruidos citadinos de Infanzón

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Olivares Baró 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Llueve. La noche se humedece con el chaparrón imprevisto. Cierro los tragaluces: pongo bolsas de plásticos en las rendijas de las ventanas, entra el agua a la habitación donde escribo. Escucho dos discos que me mandaron de Nueva York: The Women Who Raised Me, de la cantante y pianista estadounidense Kandace Springs; y Vanished Gardens, del sax tenor Charles Lloyd & Lucinda Williams con el guitarrista Bill Frisell como invitado. El aguacero no da tregua. Rebusco entre los fonogramas de pianistas y me topo con el mexicano Héctor Infanzón. Prosigo en mi recital salpicado por un chubasco pertinaz.

Citadino (Producción independiente, 2007), de Héctor Infanzón y su grupo —Daniel López Infanzón (teclados), Giovanni Figueroa (batería), Aarón Delgadillo (percusión afrocubana), Adrián Infanzón (bajo eléctrico) y Luis Gómez (conga y cajón)— en fusiones de jazz afrocubano con elementos del folclor mexicano (son huasteco, huapango) y danzón en las solazadas galimatías disonantes del centro de la Ciudad de México.

“He estado rodeado desde niño, del bullicio propio de esta ciudad: la algarabía de las cantinas, los silbatos de la policía del tránsito, las campanadas de las iglesias y relojes, las exclamaciones de los voceadores, los vendedores ambulantes... Esta producción musicaliza esos susurros que llevo dentro desde que tuve uso de razón”, ha dicho Infanzón, nacido en la calle Regina, y criado en una vecindad de San Juan de Letrán.

Rememoro la presentación de Citadino en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris en julio de 2007: músicos cómplices y artistas (actores y bailarines) auxiliaron al pianista graduado de Berklee College of Music a configurar la “atmósfera chirriadora” de la ciudad más poblada del planeta: Carlos Tovar (vocalista de Banco del Ruido), Armando Montiel (percusión afrocubana), Catherine Martinez (violín), Celso Duarte (arpa y jarana), Grupo Tambuco y Lupita Padilla (bailarina).

Espectáculo que recurrió a elementos teatrales en una suerte de performance de imágenes visuales y puesta en escena de realidades propias del acontecer diario del centro del D.F.: limpiadores de zapatos, comerciantes de atoles y tamales, voceadores, vendedores ambulantes, transeúntes, carteristas, teporochos, taxis, peseros, policías... “Intento ilustrar con mis composiciones todo el espíritu cotidiano de esta gran ciudad”, dijo Infanzón en aquella gala.

Escucho las Ocho Escenas Urbanas (“La Torre”, “Cumbia bara”, “Sobre el Ladrillo”, “En la barra”, “De a diez varos”, “Ensueño”, “Los colegas” y “Convergencias”) que se dibujan con empalmes de ritmos y armonías de mambo, aires de huapango, jazz latino, danzón, guaguancó cubano, son jarocho y guaracha.

Violín que charanguea las propuestas y pujas de las percusiones que afrocubanean los instantes. Crónica musical citadina que por intervalos recuerda al Blades de la ópera-son Maestra Vida y de la pieza salsera por antonomasia “Pedro Navaja”.

Caminata por la vertiginosa noche capitalina: salones de baile en los que el danzón se articula con el bolero y el son montuno cubano. No olvidar que la música popular cubana ha sido protagonista fundamental de las rondas nocturnas del aquel D.F. todavía en los párpados. El arpa de Duarte jarochea la alborada, las percusiones de Gómez y Delgadillo habanizan las esquinas, el violín de Catherine Martínez danzonea las jaculatorias armónicas, el Grupo Tambuco palmea los entresijos del anochecer y el piano de Infanzón se regodea entre Lecuona, Garner, Monk, Evans, Hancock y Peruchín.

La placa dialoga con la embestida del aluvión. La anochecida unta los deseos. “Se vive así / como se vive / con la verdad / tras los asombros / Se vive así / pero se puede / Con el amor / la fuerza / que nos quede”, improvisa el vocalista de Banco del Ruido en el tema “Nos la debíamos”. Citadino o un retrato de la Ciudad donde vivimos en la añoranza y el gozo.

Citadino
Citadino
​Citadino
  • Artista: Héctor Infanzón y su grupo
  • Género: Huapango, jazz latino, danzón...
  • Sello: Producción independiente