Carlos Urdiales

Retrógradas, corruptos, clasistas, racistas…

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Urdiales 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Con adjetivos que buscan ser sustantivos, el Presidente arenga a sus adversarios, enemigos y críticos a que intenten animar al pueblo para que en marzo del próximo año revoquen su mandato. Éntrenle, reta.

Hace una semana el senador Ricardo Monreal presentó la iniciativa para la realización del ejercicio, que AMLO da por cierto pero que hoy no está contemplado ni en letra ni en presupuesto. Falta que la renovada Hacienda Pública, con el doctor Ramírez de la O al frente, etiquete dinero para la consulta.

¿Acaso 93.3 millones de ciudadanos registrados en el listado nominal de electores, menos los 6.6 millones que participaron en la consulta dominical, seremos todos, retrógradas, corruptos, clasistas, racistas?

¿No habrá en México inteligencias y dignidades que a pesar de esas condiciones discrepen, apunten o padezcan estragos por carencias de una administración empeñosa en demoler, más que en construir soluciones efectivas y menos retóricas? Digo, como posibilidad.

El debate sobre la permanente transformación social, global y nacional, imposible de embolsarse en sólo seis años, viaja a lomos de la polarización como método cuando por legitimidad, popularidad y empatía, podría discurrir y permear a partir de inclusión, respeto, pluralidad y otras virtudes presentes.

Atendamos hechos, hoy no está en la agenda la consulta popular para la revocación de mandato, seguramente estará. Depende del tiempo legislativo y oficial vs. el legislativo de contención. El INE organizará y los ciudadanos la haremos realidad. El resultado cantado –también-- está.

Entretenida promoción correrá a cargo del Presidente López Obrador procurando que no transitemos por esta vida pública entre bostezos. Para ello ofrece diversión y tensión ante el inédito tiempo. Como cada día y como si la pandemia 3.0 y el socavón económico concedieran espacio para la contemplación cotidiana.

La democracia participativa no es sólo consultas populares, el periodista Rafael Cardona dice que su vitalidad se constata con el pago de impuestos, democráticos y participativos todos los días, meses y años. Tributo consensuado hasta por retrógradas, corruptos, clasistas, racistas e incluso por aquellos simplemente informales, evasores, flexibles y fluidos, fiscalmente hablando.

La incorporación de esta otra expresión de la democracia participativa, no sólo representativa, llegó para quedarse, afirma Lorenzo Córdova. Ojalá, anhela, las próximas consultas sean más sustantivas, atractivas, trascendentes y, por tanto, que convoquen a más gente. Al pueblo sin etiquetas, sin fobias de parte de los elegidos para unir y hacer mejor y más justa la evolución de todos los intereses comunes.

Echar del poder a un gobernante electo democráticamente estimula menos que ver a ese mandatario gobernar con generosidad, principios, congruencia y tolerancia. El caos no es opción, 2024 sí.

Por cierto, felicidades al escritor y periodista Ariel González por el premio a la Excelencia que le otorgó la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) por su ensayo “Medios: la insoportable incomodidad de las ideas”. https://confabulario.eluniversal.com.mx/periodismo-posverdad-libertad-de-expresion/