NADA ALENTADOR

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En días pasados se publicó el informe de la ONU sobre cambio climático, y como un prólogo conocimos muy lamentables hechos: Turquía, Grecia, Italia y España luchan intensamente contra los incendios forestales que han provocado pérdida de activos naturales, vidas y heridos; además, como un epílogo al mismo documento: también en Turquía, al menos 27 personas perdieron la vida a causa de las fuertes inundaciones que azotaron la costa norte del país.

La conclusión de los expertos a partir del análisis de miles de artículos científicos sobre calentamiento global y cambio climático no revela nada que no se haya repetido hasta el cansancio: nuestras acciones deterioran enormemente los activos naturales y con ello las condiciones de bienestar de la población.

Para algunos el cambio climático parece lejano; sin embargo, sus efectos nos demuestran que se encuentra más presente que nunca y afecta de una u otra forma prácticamente a todas las regiones del planeta.

Se tiene la certeza de que la temperatura del planeta continuará en ascenso; sin embargo, la magnitud del incremento depende de las acciones que cada uno de nosotros emprendamos. Los eventos catastróficos se repiten con mayor frecuencia e intensidad. En caso de que no hagamos las cosas de manera distinta, lo más agudo de la crisis se prevé para los próximos 20 o 30 años.Cada grado de temperatura que se incrementa en el planeta genera inundaciones, olas de calor y sequías más extremas y prolongadas; prueba de ello, la intensificación de los ciclones tropicales en las últimas 4 décadas. El nivel del mar aumentará también, poniendo en riesgo a las comunidades costeras y a aquellas que se encuentran cercanas al nivel del mar.

Los países que mayores emisiones de gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera son China, Estados Unidos, India, Rusia, Japón, Brasil, Canadá y la Unión Europea. Son estas naciones las que deben fortalecer sus políticas y acciones para limitar sus emisiones y fortalecer los ecosistemas.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático exhorta a las naciones a intensificar sus esfuerzos hoy, logrando una reducción del 45 por ciento de las emisiones de efecto invernadero con un horizonte al año 2030 para evitar consecuencias catastróficas.

Frente a esta alerta que emiten los expertos de las Naciones Unidas, todos tenemos mucho por hacer, entendiendo que cada una de nuestras decisiones, en mayor o menor medida, generan impacto en el medio ambiente. Repensar nuestros modelos de generación, aprovechamiento, uso y consumo de los recursos con los que contamos nos permitirán ser parte de la solución.

El aprovechamiento del agua de lluvia, la reutilización y reciclaje del agua y el saneamiento de las aguas residuales; la disminución de la utilización de los combustibles fósiles; el aprovechamiento de las energías renovables como lo son la eólica y la solar; la disminución en la generación de residuos sólidos; el cuidado de nuestros bosques, erradicar la tala y fortalecer las acciones de reforestación, todas éstas son sólo algunas de las acciones que juntos podemos emprender.

El reto resulta realmente complejo. Afortunadamente ante la urgencia de atender la alerta, todavía tenemos mucho por hacer.