Ciudad conectada, ciudad de derechos

El Internet se ha vuelto una herramienta fundamental para la realización de un sinfín de actividades en nuestra sociedad. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en el año 2018 poco más de 74 millones de personas manifestaron utilizar Internet. La diferencia en el porcentaje entre usuarios de zonas rurales y urbanas es abismal.

El Inegi revela también que los usuarios de Internet en nuestro país en su mayoría utilizan un teléfono celular, que, a través de servicios de telefonía acompañados de paquetes de datos, permiten al usuario navegar en redes sociales y realizar descargas de información.

Para navegar y utilizar esta poderosa herramienta requerimos fundamentalmente dos elementos: un dispositivo y la cobertura necesaria del servicio. Y es ahí donde saltan los obstáculos y, con ellos, también las soluciones. Los obstáculos disminuyen la utilización y encarecen el servicio.

Algunos de nosotros habitamos la extraordinaria Ciudad de México, que hasta hace algunos meses ocupaba el lugar número 85 en conectividad gratuita para navegar en Internet para sus habitantes. Una serie de esfuerzos provocaron que nuestra capital recortara 83 lugares y se convirtiera en la segunda ciudad del mundo con mayor conectividad gratuita para su población. Extraordinario segundo lugar que, además de significar información y comunicación, significa derechos. Te conectas, no hay límite de tiempo ni de contenido, no te piden tus datos personales. Más de 13 mil postes distribuidos en el territorio de la ciudad brindan el servicio.

Lo que vive hoy la Ciudad de México en términos de conectividad, debería ser el ejemplo a replicar en las demás entidades de nuestro país. El mayor reto se encuentra en nuestras comunidades rurales. Covid-19 ha demandado de nosotros cambios importantes en nuestras rutinas, donde la conectividad es un elemento fundamental para garantizar la viabilidad de nuestras actividades.

El Gobierno de México está empleando recursos para lograr consolidar el programa Internet para Todos, que busca justamente lograr lo que la Ciudad de México ya logró. Con este programa se busca que 92 por ciento del territorio mexicano cuente con conectividad, lo que garantizará acceso a la información y comunicación para la población. Aprovechando la infraestructura con la que el Estado mexicano cuenta, se busca dar cobertura en aquellos sitios que para las empresas privadas no representan un negocio.

La utilidad del Internet en todas nuestras comunidades puede detonar un sinfín de actividades que benefician a la población. Hablemos de los trámites que pueden simplificarse, el acceso a la educación a distancia que hoy tanto se requiere, la telemedicina que permite incrementar el acceso a la salud, la comunicación inmediata que provoca lazos de convivencia y productividad, la inclusión de millones de personas en el sistema financiero, entre muchas otros. Internet para Todos es un extraordinario proyecto y será un gran legado.

Los reconocimientos para la Ciudad de México por conectarnos de manera gratuita no se han hecho esperar. El reconocimiento más valioso es el que hacemos los ciudadanos que hoy podemos conectarnos de manera gratuita en nuestro barrio.