Eduardo Marín Conde

Niños actores

CINEBUTACA

Eduardo Marín Conde
Eduardo Marín Conde
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Una de las características de Hollywood ha sido la presencia de talentosos y carismáticos niños actores que han hecho las delicias de los espectadores a lo largo de décadas. Múltiples han sido los infantes que han causado sensación en pantalla. Es resultado de rigurosos procesos de casting que han permitido descubrir a verdaderos prodigios. Contrasta con el cine mexicano, donde ha imperado la improvisación y es común que se escoja para los papeles infantiles a recomendados. El revelador y más que interesante documental de HBO, “Showbiz Kids”, que aquí ya comentó Jesús Chavarría, muestra la dureza del sistema, las inclementes presiones a las que se someten los niños actores, tanto de parte de la industria como de sus propios padres y, sobre todo, el shock psicológico que representa la pérdida de la fama.

Muy pocos han logrado sortear con éxito el paso a la adolescencia y más, a la edad adulta. La inglesa Elizabeth Taylor es el ejemplo más sobresaliente. Debutó a los 10 años y forjó una gran carrera, que la llevó a convertirse en un auténtico mito, ganando dos Oscar a Mejor Actriz Estelar, por “Una venus en visón” y “¿Quién teme a Virginia Woolfʔ”. Su fama se acrecentó por sus ocho matrimonios.

Otros casos destacados son Natalie Wood, quien comenzó a actuar a los cinco años, recibiendo tres nominaciones al Oscar por “Rebelde sin causa”, “Esplendor en la hierba” y "Desliz de una noche”, y por supuesto, Jodie Foster, quien empezó a los 6 años, a los 13 fue nominada al Oscar por “Taxi driver”, ganó dos estatuillas a Mejor Actriz por “Acusados” y “El silencio de los inocentes” y ha dirigido cuatro películas.

Son casos excepcionales. Los fracasos abundan. Basta citar a Henry Thomas, quien a los 10 años nos enamoró en “E.T.”; Mara Wilson, quien tenía cinco en “Mrs. Doubtfire”; Macaulay Culkin, lanzado al estrellato a los nueve años en “Mi pobre angelito”, o Brooke Shields, quien se inició a los 10 años. Todos ellos siguen actuando en la medianía.

En cambio, Shirley Temple, quien en los 30 fue la actriz más taquillera en Hollywood desde su debut a los cuatro años, supo retirarse con dignidad. Dejó el cine cuando tenía 20 y emprendió una importante carrera diplomática. Un caso único.

En el cine nacional, el caso más conocido es el de Evita Muños “Chachita”, quien debutó a los cuatro años y se popularizó en 1948, a los 11, al interpretar al lado de Pedro Infante, “Nosotros los pobres” para completar la icónica trilogía con “Ustedes los ricos” y “Pepe el Toro”, y prolongar su carrera en televisión. Otro caso famoso es el de María Eugenia Llamas “Tucita”, quien a los cuatro años también actuó con Pedro Infante en “Los tres huastecos”. Las puertas del cine prácticamente se le cerraron a los 10 años y tras participar en la telenovela “Gutierritos”, se retiró de la actuación a los 22.