Eduardo Marín Conde

¿Un premio unisex de actuación?

CINEBUTACA

Eduardo Marín Conde
Eduardo Marín Conde
Por:

Un hecho inédito que modifica el modelo histórico de las premiaciones acaba de suceder cuando el Festival de Berlín, uno de los más prestigiados del mundo, anunció que, para su próxima edición, que se realizará en febrero, suprimirá las categorías de Mejor Actor y Mejor Actriz para crear una específica sin distinción de género: Mejor Interpretación.

Esta inusual decisión ha generado revuelo, pero, sobre todo, abre la puerta para que otros festivales y las academias cinematográficas de distintos países lo imiten. ¿Tiene sentido seguir manteniendo la división en cuanto a actuaciones, entre hombres y mujeresʔ En ninguna otra categoría existe esa distinción.

No es fácil digerir la idea de un cambio a una costumbre tan arraigada que lleva 91 años, desde la primera entrega del Oscar en 1929, cuando resultaron ganadores el suizo Emil Jannings y Janet Gaynor. Pero es importante evolucionar y romper paradigmas. No hay justificación fundamentada, más allá de la tradición, de mantener esa separación. Crear una categoría unisex sería no sólo muy llamativo, sino francamente apasionante.

Sin embargo, la realidad marca, lamentablemente, otros derroteros. Creo serían inevitables las presiones de la dictadura de lo políticamente correcto, exigiendo equidad en las premiaciones del Oscar año con año. Serían irremediables las cuotas de género. No seamos ingenuos: Habría fuerte rechazo si, por ejemplo, los actores masculinos ganan la Mejor Interpretación tres años seguidos.

Como mera ilustración hipotética, menciono quiénes, en mi opinión, hubieran sido los ganadores si esa norma se hubiese aplicado en el presente siglo, considerando los que se llevaron las estatuillas de actor/actriz estelar en cada año:

2001- Julia Roberts (“Erin Brockovich”)

2002- Halle Berry (“El pasado nos condena”)

2003- Adrien Brody (“El pianista”)

2004- Sean Penn (“Río místico”)

2005- Jamie Foxx (“Ray”)

2006- Philip Seymour Hoffman (“Capote”)

2007- Helen Mirren (“La reina”)

2008- Marion Cotillard (“La vida en rosa”)

2009- Kate Winslet (“The Reader”)

2010- Jeff Bridges (“Loco corazón”)

2011- Natalie Portman (“El cisne negro”)

2012- Meryl Streep (“La dama de hierro”)

2013- Daniel Day Lewis (“Lincoln”)

2014- Matthew McConaughey (“Dallas Buyers Club”)

2015- Julianne Moore (“Siempre Alice”)

2016- Leonardo DiCaprio (“The Revenant”)

2017- Emma Stone (“La La Land”)

2018- Gary Oldman (“Las horas más oscuras”)

2019- Rami Malek (“Bohemian Rhapsody”)

2020- Joaquin Phoenix (“Joker”)

Es decir, hubiesen ganado 11 actores y nueve actrices. Sin imposiciones, hubiera resultado parejo. Pero en mi ficticio escenario, los hombres habrían ganado cuatro años seguidos, de 2003 a 2006. ¡Hay que imaginarnos las acusaciones de misoginia contra la Academia! Entonces, el enorme Philip Seymour Hoffman (fallecido en 2014), no hubiera ganado el Oscar por su sorprendente papel como Truman Capote. La cuota de género se habría aplicado y la estatuilla hubiera sido para Reese Witherspoon por Johnny y June.

Conclusión: no creo que la Academia de Hollywood ni los Globos de Oro ni los SAG, estén preparados para un cambio de esa dimensión. Así que mejor dejemos las cosas como están.