Momento para la izquierda en Latinoamérica

Con la más reciente victoria de Gustavo Petro en Colombia, el mapa de Latinoamérica se tiñe de colores de izquierda, desde México hasta la Patagonia, a diferencia de Europa donde crece la derecha y la ultraderecha radical.

Los gobiernos con tendencia a ideologías de izquierda han ganado terreno los últimos años en toda América Latina. Las malas administraciones de gobiernos de derecha que abrazan políticas neoliberales y endeudan a sus países y empobrecen más a sus poblaciones han defraudado a los votantes que han decidido darle una oportunidad a gobiernos que piensan más por el conjunto social que en el individuo.

Como pasó en México, antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, en Colombia nunca había ganado un gobierno de izquierda en ese país sudamericano. Con el triunfo de Petro, Colombia se suma a esta ola progresista que podría aumentar con la próxima salida de la derecha en Brasil y el acenso de Lula al poder.

Ésta es sin duda una oportunidad para América Latina de fortalecer el planteamiento que hace AMLO de una América unida como potencia económica. La idea es formar un bloque de cooperación y fortalecimiento entre gobiernos “progresistas”. Así lo manifestó el Presidente de México, quien asegura que “van a trabajar juntos, todos los gobiernos de América Latina. Debe buscarse la integración en todo el continente y debe incluirse a Canadá y Estados Unidos”.

El Presidente López Obrador ya ha puesto sobre la mesa una propuesta para crear un bloque comunitario entre países de América, como hoy sucede con las naciones que conforman la Unión Europea. Una idea que parece complicada y a la vez revolucionaria, pero que ahora podría comenzar a concretarse si los gobiernos de izquierda logran llegar a un acuerdo común que beneficie a todos los países del continente.

Cabe mencionar que esta tendencia, de elecciones más justas y la llegada de gobiernos que no habían gobernado anteriormente en países como México y Colombia, demuestra que las elites y los poderes fácticos han dejado de controlar a las masas y la política de sus países. El cambio de paradigma que trajeron las plataformas de Internet y la organización en las redes sociales digitales mucho tienen que ver con el avance social y político que parece estar sucediendo en toda Latinoamérica.

Parece que nos acercamos a un sistema político más competitivo y justo, donde el votante tiene real poder sobre el gobierno que pone y quita. Así también sucede en España, donde no es raro ver cambios de gobierno cada elección entre la derecha y la izquierda tras malas administraciones.

La izquierda latinoamericana tiene en sus manos la oportunidad de generar un cambio real en el continente para mejorar las condiciones de vida de sus votantes y buscar la forma de quebrar las viejas estructuras que generaban ganancia para unos pocos y pobreza para la mayoría. Que sepan los gobiernos de izquierda y de derecha que ya no es sencillo engañar a los votantes y el castigo de una mala administración es la perdida de sus puestos en las siguientes elecciones.