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Cultura organizacional y sostenibilidad empresarial

NUEVOS HORIZONTES

IRALTUS*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Por Leonor Fernández del Busto González

Quizá la lección más importante que hemos aprendido en los últimos tres años ha sido la importancia de hacer las cosas de manera distinta; lo que funcionó hasta hoy, no va a funcionar en el futuro. No podemos seguir posponiendo la sostenibilidad en las empresas.

La sostenibilidad empresarial implica la integración de la gestión económica, social y ambiental en el día a día del negocio, atendiendo las expectativas de los grupos de interés de la empresa, con el objetivo de crear valor compartido a largo plazo. Es decir, ajustar nuestra estrategia y garantizar la mejora continua de la calidad de vida y el bienestar de las personas, vinculando el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y la justicia social.

Para garantizar que la sostenibilidad se dé, es necesario promover una cultura que permita conseguir el comportamiento que se requiere. Cuando la cultura no es adecuada, acaba con las iniciativas y la estrategia se queda en papel.

En este sentido, debemos empezar por definir los conceptos clave de sostenibilidad para la empresa y comunicarlos a toda la organización. En esta comunicación, la congruencia de los líderes juega un papel fundamental, ellos son los principales embajadores de la cultura y su papel consiste en transmitirla mediante su ejemplo a la siguiente línea de mando y de ésta seguir permeando poco a poco al resto de la organización.

Debe quedar claro para todos los colaboradores lo que significa para la empresa el término sostenibilidad, lo que implica en el día a día, el impacto de sus hábitos y comportamientos. En este sentido, se deben fomentar y promover de manera permanente las iniciativas, acciones y compromisos con la sostenibilidad.

Una cultura de sostenibilidad va mucho más allá de una transición energética y digital, requiere impulsar la diversidad e inclusión, la agilidad e innovación, el upskilling y reskilling profesional y garantizar igualdad de oportunidades para el desarrollo de los colaboradores; así como espacios colaborativos y modelos híbridos de trabajo que fomenten la innovación y adaptabilidad a cambios y necesidades del entorno.

Gráfico
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También debe buscar promover el respeto absoluto a las personas, salarios justos, la atención a la seguridad y salud, alternativas de transporte ecológicas, la corresponsabilidad con el medio ambiente, el manejo de residuos y el Involucramiento en programas de voluntariado a nivel personal y corporativo, entre otros.

Todos estos elementos se añaden al trabajo en equipo, responsabilidad, proactividad, orientación a resultados, entre muchos otros que impactan directamente en la generación de valor, la cual es una condición indispensable para garantizar el crecimiento y la permanencia de la empresa a lo largo del tiempo.

No olvidemos que la cultura organizacional es un elemento vivo; por lo tanto, se necesita reforzar, actualizar y reformar permanentemente, con el fin de alcanzar las metas plasmadas en la estrategia de la empresa.

Son innumerables las ventajas que nos brinda el integrar los aspectos de sostenibilidad en el día a día de la empresa, en su cultura, sus acciones, actividades y procesos. Esta integración nos permite: acceder a nuevos nichos de mercado, detectar y mitigar posibles impactos, atraer nuevos clientes y otros grupos de interés, mejorar la motivación de nuestros colaboradores, entre otras cosas.