Jacqueline L'Hoist Tapia

De cuando ni en tu país estás segura/o/e

HABLANDO DE DERECHOS

Jacqueline L'Hoist Tapia*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jacqueline L'Hoist Tapia
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Así es el desplazamiento forzado interno, cuando te tienes que mover dentro de tu misma patria. Las personas desplazadas abandonan sus hogares por razones similares a las de las personas refugiadas, como pueden ser desastres naturales, conflictos armados, disturbios o distintas situaciones de violencia causadas por el crimen organizado, pero a diferencia de las personas refugiadas, éstas no suelen cruzar fronteras entre países.

Se mueven dentro de su país de origen para sobrevivir situaciones bastante delicadas. Al no tener un lugar seguro para vivir, ni condiciones de vida dignas, terminan encontrándose en una situación de extrema vulnerabilidad que difícilmente es atendida por los gobiernos, porque difícilmente los gobiernos quieren reconocer este tipo de movilidad humana, pues representa un Estado fallido.

En el mundo, el tema del desplazamiento forzado arroja terribles datos. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en su informe Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado, en 2020 se reportaron alrededor de 82.4 millones de personas desplazadas en todo el mundo, el registro más alto que se ha tenido en toda la historia, y de las cuales, 48 millones son personas desplazadas internas.

En México, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) reportó que el número de personas desplazadas internas en 2020 fue de 9 mil 741, y los estados más afectados son Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán. Además, cabe resaltar que las poblaciones más afectadas son las indígenas, ya que, del total de personas desplazadas en 2020, el 41.85 por ciento lo eran. Estos desplazamientos ocurren en episodios, y de los 24 que se registraron en 2020, la mayor parte se dieron a causa de la violencia generada por grupos armados, aunque también existen otras causas, como la violencia política y conflictos territoriales o sociales.

Finalmente, el registro histórico llevado a cabo por la CMDPDH reporta 356 mil 792 personas desplazadas en México, lo cual nos deja en una crisis que está lejos de resolverse, si tomamos en cuenta que los esfuerzos del Gobierno por visibilizar esta problemática son demasiado recientes y, por lo tanto, insuficientes, ya que a pesar de haber reconocido el desplazamiento forzado interno en 2019, y con ello la publicación de algunos informes sobre el tema, las iniciativas de ley que se han realizado desde ese año continúan sin dictamen, por lo que todos los esfuerzos institucionales por atacar el problema no terminan cubriendo las necesidades reales de las víctimas que puedan estar en busca de un retorno seguro a sus hogares o bien, atender su necesidad de vivienda segura, educación, servicios de salud y reparación integral.

Ahora, en estos días, está de visita en México Cecilia Jiménez-Damary, Relatora Especial sobre los Derechos Humanos de las y los Desplazados Internos, ONU. Al respecto, el subsecretario Alejandro Encinas Rodríguez dijo que la visita es un hecho histórico, y el día 9 de septiembre, la relatora presentará su informe y recomendaciones al Gobierno de México. Así que habrá que estar muy al pendiente.