Leonardo Núñez González

La vicepresidencia en la elección

EL ESPEJO

Leonardo Núñez González
Leonardo Núñez González
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La boleta demócrata para competir en las elecciones de noviembre en Estados Unidos está completa. Joe Biden ha seleccionado a Kamala Harris, una senadora californiana con una interesante carrera política, cuya identidad multicultural, como hija de una madre india y un padre jamaiquino, le da la posibilidad de hablarle directamente a un electorado más amplio. La pregunta fundamental es si esta dupla podrá sacar del poder a Donald Trump.

La elección de quién acompañará la candidatura presidencial tiene un alto contenido simbólico, aunque tal vez por la vía de los hechos tenga una importancia más acotada. El papel de la vicepresidencia en la estructura de poder es importante sólo en algunos casos específicos. Por ejemplo, en un empate en alguna votación del Senado, desde la vicepresidencia se emite un voto de calidad que permite inclinar la balanza a un lado u otro. Sin embargo, fuera de episodios así de definidos, el papel de la vicepresidencia es mucho más ceremonial.

A pesar de ello, para muchos la importancia de la selección de quién ocupará la vicepresidencia reside en que se trata de la primera decisión presidencial de un candidato y, por lo tanto, envía una señal sobre el pensamiento, las prioridades y los juicios que podría tomar en caso de llegar a la Casa Blanca. Una mala selección puede terminar enterrando una candidatura que ya se encuentra cuesta arriba, como cuando John McCain escogió a la conservadora radical Sarah Palin en 2008, lo que llevó, entre muchas otras cosas, a la victoria de Barack Obama y Joe Biden.

Kamala Harris, cuya carrera política se forjó a través de múltiples puestos de elección popular, como fiscal de distrito en San Francisco, procuradora general de California y senadora, es una funcionaria controversial por su pasado de mano dura en la impartición de justicia, pero reconocida por su capacidad de plantarse con fuerza en el escenario político, como lo hizo en las múltiples sesiones del Congreso para cuestionar a Brett Kavanaugh antes de ser designado como juez de la Corte Suprema o para poner contra las cuerdas al procurador general William Barr. Igualmente, cuando se lanzó como candidata a la presidencia, es recordada como la candidata que más fuertemente se lanzó en contra de Biden. Que a pesar de esto Joe Biden la incluya como su compañera de fórmula envía un fuerte mensaje de unión y diálogo que se contrapone con la posición de Trump en la que cualquier falta de lealtad u obediencia terminan en la expulsión de la esfera del actual presidente.

Igualmente, el hecho de que Harris sea la tercera mujer en ser candidata a la vicepresidencia en la historia de Estados Unidos, así como la primera afroamericana en esta posición, hace que el mensaje de afinidad con las fuertes movilizaciones sociales después del asesinato de George Floyd sea muy claro. Cuando un presidente se enfrenta a la reelección, las votaciones se configuran como un referéndum sobre su desempeño. Hoy los demócratas han escogido dos piezas que cubren un amplio espectro de las fallas de Trump. Veremos si en campaña son capaces de hacer valer esta ventaja.