Mauricio Leyva

José Agustín: el hombre vuelto estrella

FRONTERA DE PALABRAS

Mauricio Leyva*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Leyva
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hay que dar lo mejor de nosotros mismos, cumplir con nuestras responsabilidades y tratar de encontrar el lado positivo, luminoso de nuestra existencia.

José Agustín

El maestro José Agustín Ramírez Gómez, conocido como José Agustín, falleció el día de ayer. La noticia quebró el día y nos conmocionó a todos; sabíamos que su estado de salud era delicado, pero nos imaginábamos otro desenlace, uno en el que regresaba a su casa en Cuautla con Margarita, la compañera de su vida y que una vez allí, la música de rock se volvería a escuchar en su jardín por un buen rato. Sin embargo, eso no sucedió, el hombre que siempre mantuvo lo mejor de la juventud en su alma y en su corazón… se volvió eterno.

Yo le conocí cuando era estudiante de la Escuela de Escritores en Sogem, dos amigos suyos que me resultan entrañables, Gerardo de la Torre y Humberto Musacchio, grandes figuras de las letras y el periodismo, me hicieron el favor de ponerme en contacto con él para una entrevista que añoraba hacerle con motivo de un ensayo titulado Las utopías del nuevo milenio. Me advirtieron que no concedía entrevistas desde su accidente en Puebla, pero que recibiría mi llamada. Lo contacté, me respondió y me dio una cita para el fin de semana siguiente. Él mismo me recibió, me pidió que le explicara el proyecto, coincidimos en varias cosas y al final aceptó, charlamos poco más de una hora y esa entrevista que fue de las pocas que brindó en los últimos años, nos dio pie a una relación de casi una década. Yo le seguí visitando en su casa y cuando tuve oportunidad le hicimos un homenaje a su trayectoria en Acapulco en el cual estuvieron: Leonel Maciel, Serafín Aponte, Humberto Musacchio, Alberto Blanco, Hernán Lara Zavala, la maestra Aida Espino quien organizó por muchos años el Concurso Nacional y Estatal de Cuento José Agustín así como otros creadores y familiares.

En aquel tiempo como ahora, considero que la valoración de su obra es inacabable porque sus creaciones no se agotan con una sola lectura. El maestro José Agustín es un autor de novelas que remueven las entrañas de la sociedad. Desde La tumba hasta De perfil pasando por Se está haciendo tarde (final en laguna), el hombre que causó el cisma de la ruptura en la literatura nacional (porque esté fenómeno no sólo se dio en la pintura) fue el parteaguas y la punta de lanza para que las juventudes tomaran por asalto la literatura nacional. En las definiciones que se han hecho sobre su persona, se le ha considerado un “escritor clave para entender la contracultura” pasando por alto que la llamada “contracultura” era la refundación cultural de las letras mexicanas personificada por el propio José Agustín, quien supo darle voz a una generación violentada por la masacre de Tlatelolco y logró siempre visibilizar los problemas de los jóvenes trascendiendo las barreras generacionales.

No es casualidad que me haya respondido en su momento: Una generación, en el momento en el que crece, tiene que romper con la generación anterior si quiere ser ella misma. Obviamente eso es lo indicado. Los procesos de ruptura pueden ser desagradables y hasta violentos. Esa respuesta es la del hombre que siempre creyó en el poder de los jóvenes, en su autenticidad, en su fuerza, en su coraje y en su creatividad. Sabía que la rebeldía de los jóvenes tenía un sustento intelectual, ahora, ese hombre se ha vuelto estrella y desde lo alto habrá de brillar, eterno ya en la memoria del tiempo.