Mónica Garza

El eufemismo en llamas de AMLO

GENTE COMO UNO

Mónica Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Garza
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Que lejos quedó aquél discurso de finales de 2018, cuando el Ejecutivo anunció un programa “nunca antes visto en México” para ayudar a los migrantes centroamericanos y tratar de contener su avance a Estados Unidos, “por la buena”… ¿Se acuerdan ?

“El fenómeno migratorio debe ser abordado con respeto a los derechos humanos y dando opciones de trabajo a los que se ven obligados a abandonar sus pueblos”, dijo aquel octubre de 2018 el presidente López Obrador.

“Se creará un plan de ocupación del sur por parte de los centroamericanos que huyen o migran de su región”, dijo también el Presidente.

Tres meses después, en enero de 2019, nuestro país le abrió la puerta a la Caravana y unas mil visas de trabajo fueron entregadas. “¡Viva México!, gritaban los migrantes. Que lejos se ve aquella escena.

Porque desde abril de 2019 el escenario cambió por completo. Llegaron las redadas a Chiapas, por Agentes del Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal, que terminaron en la detención y deportación de cientos de migrantes, que a gritos imploraban que los dejaran seguir adelante.

Hombres, mujeres, niños y viejos, la persecución los alcanzó a todos sin distingo.

“Tenemos que cuidar a los migrantes aunque resulte paradójico. Si nosotros permitimos que transiten al norte de nuestro país para cruzar la frontera, estamos corriendo riesgos” corrigió entonces López Obrador, mientras horribles imágenes le daban la vuelta al continente y en la Casa Blanca celebraba el entonces presidente, Donald Trump.

Hoy México ha roto todos los récords de detenciones en los dos últimos años. En 2021 fueron 228 mil 115 migrantes aprehendidos, para 2022 la cifra incrementó a 444 mil 439.

Pero quemados como el lunes pasado, nunca hubiéramos imaginado. Tocamos el techo del horror.

Apenas el 9 de marzo pasado Derechos Humanos Integrales en Acción, señaló presencia excesiva de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Guardia Nacional y Ejército Mexicano, en un operativo en el Hotel Úrsula, en Ciudad Juárez Chihuahua.

Se denunciaron actos de intimidación a migrantes, incluidas “mujeres viajando solas y jefas de familia, quienes revelaron que agentes del INM les rompieron documentos migratorios”, detalla el documento publicado.

“Privación de libertad y hacinamiento, práctica sistemática de detención, disuasión y deportación; espacio físico reducido y sin ventilación; falta de atención médica y acceso a agua potable, incomunicación y desinformación para disuadir a las personas para no solicitar asilo…”

Paramédicos atienden a migrantes en albergue que se incendió en Ciudad Juárez, el martes pasado.
Paramédicos atienden a migrantes en albergue que se incendió en Ciudad Juárez, el martes pasado.Foto: Cuartoscuro

Son las características que enlista el posicionamiento emitido a través de la organización, donde se pronunciaron más de doscientas ONGs, 11 redes de trabajo regional, nacional e internacional y 230 personas.

Es la descripción de las condiciones encontradas durante una visita a la Estancia Provisional de Ciudad Juárez, que realizaron varias organizaciones apenas en septiembre pasado.

El mismo que Amnistía Internacional, la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han reportado en anteriores ocasiones como “cárceles para migrantes”.

El mismo lugar al que el presidente López Obrador esta semana llamó “Albergue”, al referirse a la tragedia de los 38 migrantes muertos en Ciudad Juárez Chihuahua. Migrantes que se encontraban enrejados con candado, e incomunicados, antes de ser deportados.

Dos semanas antes de estas muertes, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), estableció que los detenidos en esta condición, solo pueden permanecer un máximo de 36 horas en una estación migratoria.

¿Sabemos cuántas horas tenían estos migrantes detenidos? No. ¿Sabemos si tenían una defensa legal de oficio como lo marca su derecho? No. ¿Sabemos si el “albergue” en el que se encontraban tenía aspersores de incendio? Obviamente no.

Tampoco sabemos —y quizá nunca sabremos— por qué los celadores del “Albergue”, salieron del lugar dejando cerrados los candados de las celdas con los migrantes adentro y en llamas.

La Secretaría de Gobernación, ni la Secretaría de Relaciones Exteriores, o quien resulte responsable de lo que nadie se quiere hacer responsable, han salido a dar una explicación razonable de semejante tragedia.

Si recordamos bien, al Presidente López Obrador lo recibieron las caravanas migrantes vivas y agradecidas. ¿Cómo serán las caravanas migrantes que en el 2024 lo despidan?