Mónica Garza

La homofobia “no es importante ni trascendente”…

GENTE COMO UNO

Mónica Garza
Mónica Garza
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Este fin de semana, el último del mes de la diversidad, en el que se lleva a cabo la tradicional marcha del Orgullo Gay, junto con otros eventos para concientizar a la sociedad mexicana sobre la urgencia de actuar en contra de la discriminación por homofobia, quiero contarles la historia de Armando, porque refleja como en un espejo, el largo camino que aún nos falta por recorrer a los mexicanos en materia de derechos para una comunidad de tantas maneras vulnerada.

Todo comenzó en mayo de 2003, cuando Armando entró a trabajar como pasante a una bien reputada firma fiscalista y corporativa trasnacional en México.

En el camino fue destacando como consultor y litigante, y en 2010 consiguió incorporarse a esa misma firma como socio. Un sueño cumplido para cualquier joven abogado.

Armando es homosexual y nunca lo ocultó, pero el tema se volvió más evidente conforme fue incorporando a su cotidianidad la presencia de Sergio, su pareja, a quien conoció poco antes de elevar su rango laboral en el despacho en el que trabajaba (2014).

En julio de 2015, próximo a ser incorporado como socio en el despacho, Armando anunció a sus compañeros —como lo hubiera hecho cualquiera— que legalizaría su relación con su pareja. ¡Se casaban! y lo festejarían con una gran boda a la que invitó a varios de sus colegas y socios.

Entonces, repentinamente el clima laboral para Armando cambió radicalmente, “porque en ese mundo puedes ser gay, pero casarte públicamente con una persona del mismo sexo, en una firma corporativa trasnacional, ¡no!”.

El joven abogado nunca pensó que una decisión de orden estrictamente personal, fuera a tener tan graves consecuencias profesionales, mucho menos sospechó el viacrucis legal que estaba a punto de enfrentar.

Cuatro meses después de anunciar su boda, en noviembre de 2015, fue llamado a una reunión por algunos de sus socios y ahí, fue obligado bajo amenazas a abandonar el corporativo por “sus temas personales”.

Edificios de gobierno de la CDMX lucen en sus fachadas banderas en apoyo a la comunidad LGBT+.
Edificios de gobierno de la CDMX lucen en sus fachadas banderas en apoyo a la comunidad LGBT+.Foto: Cuartoscuro

Le dijeron que la Firma no toleraría a un integrante abiertamente homosexual, porque se trataba de un despacho integrado únicamente por socios hombres —y ninguna mujer—.

Le dieron a elegir entre firmar una renuncia “por la vía suave…o la ruda”. La segunda implicaba boletinarlo y bloquearlo para trabajar en cualquier otro despacho.

Armando se fue. Pero en conocimiento pleno de sus derechos, demandó civilmente ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México a la Firma en la que trabajaba, por despido y exclusión por homofobia.

Con ello inició el que ha sido desde entonces el tortuoso camino para obtener justicia, cuando se trata de una persona homosexual en México.

Luego de pasar por todas las instancias legales, un Tribunal Colegiado Federal dispuso que no es posible analizar la homofobia, violencia y discriminación aducida, planteada ante el Poder Judicial, por un simple tecnicismo: existe una renuncia por escrito.

Armando interpuso entonces un recurso de revisión extraordinaria ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, máximo órgano judicial en México… y vaya sorpresa la que se llevó.

Recientemente fue notificado, a través de un documento oficial, que el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia, ante la petición de revisión final del caso, determinó desechar la revisión extraordinaria bajo el argumento de que, analizar cuestiones de homofobia, violencia y discriminación en México, NO son importantes ni trascendentes para que el Máximo Tribunal avoque sus esfuerzos institucionales.

Por lo que, el caso NO amerita la intervención final de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para atender casos de discriminación, homofobia y violencia institucional.

En contra de esta determinación, Armando interpuso un recurso de reclamación en el que se analizará la validez del sorpresivo criterio del Ministro Presidente por sus otros pares, en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Hoy, en manos de los Ministros de la Primera Sala, particularmente, de la Ministra que presentará el caso para su análisis final, está el sentar un precedente de homofobia, violencia legal y exclusión contra el colectivo LGBTTI, o no… precisamente en este mes, sí, “el mes de la diversidad”…

La sesión colegiada de la Primera Sala de la Suprema Corte para este caso tendrá lugar el próximo miércoles 30 de junio a las 11:00 horas, y entonces sabremos si quien tanto pregona la vigencia de derechos humanos en México, sea quien los defienda, o definitivamente los invisibilice.

En este país nuestro que sigue siendo el segundo en América Latina con más víctimas de crímenes por homofobia…