Montserrat Salomón

Duro golpe de Hamas

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
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Israel es uno de los países más seguros y más militarizados del mundo. Su ejército no sólo es poderoso, sino que es apoyado por potencias occidentales como Estados Unidos casi por decreto. Su capacidad para producir tecnología para la defensa, la inteligencia y el espionaje no tiene parangón.

Sin embargo, este fin de semana ha sido sorprendido con la guardia baja y sufrió un ataque cuidadosamente orquestado por el grupo Hamas, en el que se dice que hubo bombardeos e irrupción de elementos enemigos a través de sus fronteras. Un hecho inédito.

Los medios ya están inundados de notas que certifican y dramatizan los hechos. Videos del caos dentro de un festival de música electrónica que fue atacado, mensajes de voz de personas desaparecidas que afirman estar en poder de “los árabes”, imágenes de automóviles calcinados y edificios derrumbados. Un escenario caótico que apoya al primer ministro israelí cuando ha declarado un Estado de guerra y prometido represalias inimaginables en contra de su agresor.

La comunidad internacional, al menos en las democracias occidentales, ha sido contundente al rechazar los actos de terrorismo. Sin embargo, queda en la mente de algunos las violaciones a los acuerdos internacionales que Israel ha cometido constantemente y que deberían debilitar su postura. Desde la resolución de los dos Estados y las reiteradas peticiones para el cese de las ampliaciones de las colonias israelíes en territorio ocupado, principalmente en Cisjordania, el Gobierno de Netanyahu ha ignorado estas reglamentaciones y ha mantenido una política que muchos califican de invasora. De esta forma, le da argumentos a Hamas para afirmar, al igual que lo hace Israel, que sólo está defendiéndose ante una agresión.

Así, ambas partes argumentan que sus acciones están justificadas y nos adentramos a un escenario de recrudecimiento de las hostilidades como no habíamos visto en muchos años. Los actos terroristas nunca están justificados. Pero tampoco lo está el arrasar a un pueblo indiscriminadamente.

Para Netanyahu este ataque no puede caer en mejor momento. Con acusaciones de corrupción sobre su espalda y con una relación un tanto distante con Biden por no acatar la delimitación de fronteras con Palestina y continuar con los asentamientos irregulares, estos actos terroristas le han forzado la mano al presidente estadounidense para apoyar a Israel, pese a todo.

Lamentablemente este conflicto escalará de forma alarmante en poco tiempo. Ya Israel ha anunciado el corte de electricidad y de insumos para la Franja de Gaza, en donde la población civil pagará nuevamente las consecuencias. Tanta tecnología e inteligencia militar deberían servir para enfocar sus ataques a blancos enemigos, esperemos que así sea.