Arrancan

La realidad alcanzó a la ley. Por fin las y los candidatos podrán legalmente iniciar las campañas que, en los hechos, llevan realizando durante meses o años. Durante los próximos 90 días acudiremos a la parte más visible y una de las más relevantes de la renovación democrática del poder. Decenas de miles de candidaturas presentarán su historia, ideas, plataformas y personas al electorado con el objeto de convencerle de su voto.

La intensidad del proceso electoral estará al máximo. A partidos y candidaturas se sumarán los medios de comunicación, las redes sociales, los spots (más de 20 millones en radio y televisión), las pláticas de familia, amigos y trabajo y usted súmele. Todo ello tiene como objetivo que el día de la jornada el electorado acuda a su casilla y emita un voto informado y razonado a partir de la información recibida.

La ley establece las reglas que permiten que las campañas se den bajo condiciones de equidad y con ello no se produzca una ventaja indebida a cualquier partido, coalición o candidatura. Las autoridades tendrán que actuar frente a violaciones a estas reglas. Del amplio conjunto resaltan tres temas que pondrán a prueba a las autoridades.

AMLO. La Constitución establece claramente la obligación de todo funcionario público de no influir en la equidad de la competencia entre partidos. No obstante, el Presidente ha sido hallado culpable de violar la normativa electoral en más de 30 ocasiones durante el proceso electoral. De mantenerse inmiscuyendo en las campañas en contra de la ley, el Presidente podría poner en riesgo el eventual triunfo de su coalición.

Medios públicos. El tratamiento de las candidaturas por parte de los noticieros en los medios públicos puede representar una influencia indebida. Hasta ahora, el informe acumulado de monitoreo que realiza el INE indica que el grupo de medios del Sistema Público de Radiodifusión ha destinado más de 60% del tiempo de cobertura a la coalición del Gobierno (incluyendo los partidos que la componen), frente a poco más de 30% de la coalición opositora. De no modificarse durante las campañas, se comprobará una intromisión indebida del Gobierno.

Encuestas. Los sondeos electorales en México han sido utilizados crecientemente como mecanismos de propaganda electoral y no como fotografías de la percepción ciudadana. Existe una obligación de quien publique encuestas de proporcionar a la autoridad electoral, entre otros elementos, la metodología utilizada. Frente a la dificultad de establecer sanciones frente a incumplimiento de sus obligaciones, será relevante dar visibilidad a la información proporcionada, con el objeto de poder distinguir propaganda de demoscopía.

En los días por venir se pondrá a prueba la delicada encomienda de las autoridades para asegurar que existan condiciones de llegar a una jornada electoral en donde el voto sea libre.