Roberto García Requena

Crecimiento económico en los primeros tres años de gobierno

BANDA ANCHA

Roberto García Requena *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Roberto García Requena 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Esta semana el Inegi presentó sus datos del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE). Los resultados no son nada alentadores, pues resulta que la economía se contrajo en el cuarto trimestre de 2021 para dar un crecimiento total en el año que rondará el 5 por ciento.

La Secretaría de Hacienda había pronosticado un crecimiento de 6.3 por ciento para el 2021, por lo que esta cifra se va a quedar muy lejos del real observado, que se dará a conocer el próximo 31 de enero.

Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, el miércoles escribió en un tuit que: “El Inegi dio a conocer sus estimados de la actividad económica para noviembre y diciembre mediante su IOAE. Las noticias son algo desconcertantes.” Para luego comentar “podemos esperar una caída de 0.5 por ciento en el IV trimestre respecto al anterior.”

Todo esto sin mencionar que la cuarta ola de Covid que está azotando en este momento al país evidentemente también va a traer consecuencias en el crecimiento del PIB para este año. Pero sin meternos todavía a lo que va a ocurrir con la economía en este 2022 podemos resumir, con datos duros, los primeros tres años de la administración del Presidente López Obrador.

El 2019 la economía se contrajo 0.1 por ciento. Para el 2020, como resultado de la pandemia y la no ejecución de políticas económicas contracíclicas que suavizaran el impacto, la economía se encogió 8.5 por ciento. Si asumimos que el PIB creció alrededor de 5 por ciento el año pasado, esto implica que en los primeros tres años de Gobierno la economía se redujo 3.6 por ciento, respecto al cierre de 2018.

Por algo ya caímos hasta el número 15 del mundo en el tamaño de la economía, cuando hasta hace unos cuantos años ya andábamos entre el 10 y el 11. Si a este mal desempeño económico se le suma tasas de inflación al alza, el mexicano promedio ha tenido un deterioro en su bolsillo. Veremos qué sucede en la segunda mitad del sexenio.

En otro tema: la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, a través de una publicación que hizo en el periódico La Jornada, escribió: “¿Por qué un mexicano preferiría seguir un posgrado privado y no uno público? Por una razón no muy distinta a la que explica por qué un niño prefiere comida chatarra peligrosa para su salud a la ingesta de alimentos nutritivos.”

De este tamaño la estupidez y los prejuicios de la encargada de promover la ciencia y la tecnología en este país. El desdén por el conocimiento es evidente.