Roberto García Requena

Pronósticos para el 2022

BANDA ANCHA

Roberto García Requena *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Roberto García Requena 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Como todos los años, el Banco de México recabó una encuesta a especialistas en economía del sector privado, nacional y extranjero, sobre las expectativas del comportamiento de algunas variables de la economía mexicana para el 2022.

La encuesta fue levantada en el mes de noviembre pasado entre 35 expertos. Los resultados de los cuatro indicadores más importantes son los siguientes: 1) La media de la inflación general (dic. a dic.) se estima en 4.12 por ciento; 2) El crecimiento del PIB se espera en 2.79 por ciento; 3) El tipo de cambio pesos/dólar se estima en 21.32 al cierre del año; y 4) La mediana de la tasa de fondeo interbancario se prevé en 6 por ciento al cierre del último trimestre del año.

De un primer vistazo ninguno de estos pronósticos sorprende. Habrá una inflación moderada y menor a la del año pasado. La economía crecerá mediocremente y menos que en el 2021 y, por supuesto, sin alcanzar los niveles prepandemia. El tipo de cambio permanecerá estable y es previsible que el Banco de México continúe con su tendencia de aumentar la tasa de interés de referencia.

Sin embargo, el comportamiento de estas variables va a depender mucho de otro tipo de factores, internos y externos. Así que es muy difícil conocer cuál será el resultado final con tanta antelación. Me explico.

Dentro de los principales impactos que hay en nuestra economía es qué le sucede a la economía de nuestro vecino del norte. En la medida que es nuestro principal socio comercial se convierte también en un motor importante de nuestra economía. Se prevé que el PIB de Estados Unidos crecerá 4.2 por ciento. También hay que estar atentos a lo que haga la FED con la tasa de interés, que seguramente tendrá tres o cuatro aumentos de un cuarto de punto.

Hay que ver que sucede con la crisis de suministros e insumos en el mundo, así como ver cómo se comporta el precio de los energéticos. Se estima que el precio del barril de petróleo oscilará entre los 70 y 85 dólares. Todos estos factores mencionados son de orden externo y no los controlamos.

En el orden interno, hay que ver cómo impacta la nueva ola de Covid en el país, que en los primeros días del año parece incontrolable. El cómo se va a afectar la economía parece todavía muy incierto pronosticar.

Otro tema de vital importancia va a ser lo que ocurra con la reforma energética propuesta por el Ejecutivo. Si esto pasa en el Congreso se van a venir una bola de instancias legales y probables sanciones para México en el entorno internacional. Pero sobre todo se van a ahuyentar, todavía más, a los inversionistas privados. Esperemos que lo que se apruebe en el Congreso sea una versión mucho más moderada de lo que quiere el Gobierno.