Valeria López Vela

Trump: profesional de la mentira

ACORDES INTERNACIONALES

Valeria López Vela*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Valeria López Vela
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El lunes por la noche, por orden de un juez federal, el FBI registró la casa del expresidente Donald Trump; la causa del registro respondía a que, una vez más, el empresario populista rompió las leyes que como presidente juró honrar y defender.

Al término de su gestión, al dejar la Casa Blanca, Trump extrajo documentos de su gestión que, por ley, debían permanecer bajo resguardo oficial.

Para quienes hemos seguido la conducta de Trump, esto no es ninguna sorpresa pues, desde el primer día de su mandato, trató de ocultar toda la información que fuera posible; el caso emblemático fueron sus declaraciones de impuestos y que, apenas ayer, una corte de apelaciones permitió al Congreso que pueda acceder a ellas.

Hasta aquí la descripción de los hechos.

Lo que más me preocupa es que, en los tiempos del populismo, el respeto por la verdad se ha perdido. La mayoría de los gobernantes de este estilo, no dudan en mentir, manipular, engañar; son unos profesionales de la mentira.

Frente a esto, recordé el discurso que dio Karl Popper, cuando recibió el Doctorado honoris causa por la Universidad Complutense. En él, el filósofo señaló que: “Los principios que son el fundamento de cada diálogo racional son (..) de hecho, principios éticos”.

Esto es, que la verdad y la bondad en el ejercicio de la discusión pública son inseparables. Y por ello, es necesario que dichos principios se expresen de forma precisa, a saber:

1.     El principio de la falibilidad, que expresa la posibilidad del error de alguna o de ambas partes; es decir, quizá yo esté equivocado y quizá usted tenga razón, pero desde luego, ambos podemos estar equivocados.

2.      El principio del diálogo racional, que es la postura crítica que pone a prueba nuestras razones a favor y en contra de nuestras variadas (criticables) teorías. La actitud crítica que estamos obligados a asumir es parte de nuestra responsabilidad intelectual.

3.     El principio de acercamiento a la verdad con la ayuda del debate, que señala que la mayoría de las veces podemos acercarnos a la verdad, con la ayuda de discusiones críticas, impersonales y objetivas; y de este modo afinamos nuestro entendimiento, incluso en los casos en los que no lleguemos a un acuerdo, pues disentir no es un pecado ni traición a la patria.

A partir de dichos principios, de acuerdo con la obra del autor, se pueden construir tanto teorías científicas como sociedades abiertas que son, hoy por hoy, la antítesis de las sociedades populistas.

Pero no concedamos razón ciega a Popper. Propongo a los lectores que hagamos el ejercicio mental de preguntarnos: ¿Trump —o algún otro gobernante populista— es capaz de reconocer los errores, cuestionar las decisiones tomadas o debatir con fines constructivos. La respuesta es contundente: No. Y por ello esconde, roba y oculta los archivos que exhiban su verdadero tamaño.

La conducta de Trump nos muestra que, para los populistas, el capricho y la mentira están por encima del bien social y la verdad histórica.