Valeria Villa

Dar es dar*

LA VIDA DE LAS EMOCIONES

Valeria Villa*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Valeria Villa
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Y no fijarme en ella y su manera de actuar,

Y no marcar las cartas, simplemente dar,

Dar es dar, no cuento el vuelto, siempre es de más

(Fito Páez)

Jacques Lacan es famoso por incomprensible, pero si se tiene paciencia para leer y pensar, se puede ir aclarando lo que quiso decir con la frase “Amar es dar lo que no se tiene a quien no es”. Esta frase que nos habla de amor tiene que ver con lo aprendido por Lacan en el Ensayo sobre el don, de Marcel Mauss (1925), en el que este filósofo y sociólogo francés, describe los distintos modos de intercambio social en grupos humanos, entre los que destaca uno llamado Potlatch: una práctica entre ciertas tribus de Norteamérica en la que se dan algo pero no hay reciprocidad en el dar. Algunos lo dan todo en una festividad sin que medie un intercambio con otra tribu o con el resto del grupo social. También Georges Bataille en El erotismo inspiró a Lacan cuando afirma que dar es un gasto improductivo, porque se da algo que no es cambio de algo. Se da para perder, se da fuera de la lógica del intercambio.

Dar lo que no se tiene es una frase en negativo. Dar lo que no. Tal vez sería muy fácil dar lo que sí se tiene, como cuando regalamos algo que nos sobra y lo disfrazamos de caridad. Lo difícil es dar lo que no se tiene, dar desde la falta, desde ese lugar en el que nos sabemos incompletos y que a pesar de eso, damos. Dar lo que no se tiene enfatiza también que lo que damos no vale por el objeto sino por el acto de dar. A veces los regalos más simples son más valorados que los costosos. Dar es dar, como dice Fito Páez. Dar no es intercambiar, tampoco es cuantificar, medir, pesar, reclamar, tirar en la cara lo que se ha dado, esperar recibir lo mismo en reciprocidad. Dar es dar.

Lacan solía ser muy crítico del amor en sus primeros escritos pero en los seminarios posteriores, se aleja de la idea del amor como espejismo narcisista y comienza a hablar del amor que transforma al goce en deseo, porque el goce está cerrado sobre sí mismo y no hace lazo con los demás. Como cuando alguien dice “yo así soy y si no te gusta te puedes ir”. Dar es dar, porque el don surge de modo generoso, espontáneo y sorpresivo. Cuando alguien ama dice haber sido capaz de dar mucho más de lo que nunca dio antes, pero no lo decidió. Le pasó porque el deseo es inconsciente y sorprende. Porque nadie es dueño de su deseo. Dar lo que no se tiene a quien no es, resume la intención de Lacan para recuperar la dignidad del amor y para afirmar que nos analizamos para descubrir un nuevo amor, un amor menos torpe. Dar lo que no se tiene a quien no es, es otra forma de decir que nadie sale indemne del amor. El amor enlazado con el deseo acepta que no sabe cuánto va a durar. Después de las separaciones se aprende que hay muchas cosas que el amor ni da ni resuelve. El amor es querer cosas que una nunca imaginó, por eso son tan lindas las parejas raras e improbables, que no se juntaron por sus grandes afinidades sino como parte de un enigma. Amar es amar la falta que el otro encarna para nosotros. Si no es posible amar al otro por lo que no tiene y por lo que no es, el terreno ya no es amoroso sino mercantil.

*Basado en el seminario “Quién le teme a Lacan”, de Luciano Lutereau

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