Juntos por México
Nuestra historia está plagada de grandes retos que han puesto a prueba la fortaleza de nuestro pueblo. Los mexicanos somos solidarios, amorosos, entusiastas y desprendidos en los momentos de mayor apremio. Nos volcamos por México, por nuestros vecinos, por nuestros familiares y por los desconocidos.
Pruebas de la gran fortaleza de nuestra comunidad sobran. La historia reciente de emergencias y desastres contiene un catálogo extraordinario de sucesos en los que hemos demostrado de qué estamos hechos.
Hagamos un breve repaso por los últimos episodios que han dejado huellas imborrables en nuestra mente y nuestro corazón: San Juanico en 1984, el sismo de 1985, las explosiones de 1992 en Guadalajara, Jalisco; los sismos de 2017 y las decenas de ciclones tropicales que han puesto a prueba nuestra fortaleza.
Contamos con extraordinarias instituciones en distintos sectores. Hagamos un breve repaso: nuestras familias y las formas en que nos organizamos al interior de cada barrio, ejido, colonia y comunidad. Nuestras iglesias. Las instituciones de Gobierno: la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, por mencionar sólo algunas. Nuestras instituciones del Sector Salud: la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Las instituciones de la sociedad civil, como la Cruz Roja Mexicana, entre muchísimas más.
Nuestras instituciones están integradas por mujeres y hombres de extraordinaria calidad. Realmente millones de corazones que luchan en la primera línea por atender a los más necesitados.
El secreto de nuestro éxito al atender emergencias y desastres, el secreto de nuestro Sistema Nacional de Protección Civil, es que todos jalamos para el mismo lado, de que todos trabajamos juntos, dejando de lado todo, para privilegiar el bien común, entendido como la salud, la seguridad y el bienestar de las familias de nuestro país.
Es momento de unirnos. De trabajar juntos, hombro con hombro, haciendo cada quien lo que le corresponde. En Protección Civil, por años te hemos insistido que debes evacuar el lugar en el que estás, el lugar que representa riesgo, atendiendo la señal de las autoridades para ponerte a salvo; paradójicamente el llamado hoy es justamente, al contrario, siendo la instrucción quedarte en tu casa. El objetivo de mantenernos ahí es disminuir la velocidad de contagio y con ello evitar la saturación de nuestros doctores, enfermeras y hospitales.
Nos encontramos hoy frente a un reto de grandes dimensiones. Es momento de unirnos. No existe espacio para la confrontación. Las posibilidades de éxito, como en muchos otros incidentes, radica en nuestra capacidad de trabajar en equipo.
Los mexicanos estamos hechos de un material muy particular, con una capacidad extraordinaria de tomar energía y fuerza desde el fondo de nuestro corazón, comprobando que cuando el tanque pareciera vacío, siempre queda una reserva que nos permite salir adelante. Juntos, siempre juntos.