El romanticismo jurídico en el México actual

El romanticismo jurídico en el México actual
Por:
  • antoniof-columnista

“Todo movimiento revolucionario

es romántico, por definición.

Antonio Gramsci

El romanticismo ha sido un movimiento literario, musical, filosófico, político y jurídico. En el derecho surgió a comienzos del siglo XIX, principalmente desarrollado por la escuela histórica del derecho, teniendo como principio que todo derecho surge del espíritu del pueblo, y su primera fuente es la costumbre, la cual es la conciencia colectiva del pueblo, en ella se mantiene vivo el origen del pasado histórico, por lo tanto también se puede llamar derecho del pueblo.

La concepción del derecho ha ido cambiando a lo largo de la historia, originalmente surgió como una forma de resolver las controversias entre los particulares, posteriormente con el surgimiento del Estado moderno fue adoptando diferentes posiciones frente al gobierno y la sociedad, dejando al individuo, en muchas ocasiones desprotegido ante estas instituciones.

Para muchos gobiernos es deber del Estado regular todos los campos de la vida en sociedad, interviniendo principalmente en las cuestiones donde los grupos sociales activos lo requieren, por ello la mayoría de sus medidas son de tipo populista, para agradar a esos grupos sociales sin importar si las medidas son jurídicamente viables.

En un país como México, donde todos los días se crean leyes nuevas, pero todos los días se incumplen las leyes, ya no importa que haya una ley, lo importante para el gobierno es la percepción que tenga el pueblo de ellas, aunque en la realidad sean inviables o injustas, simplemente se hacen para que la sociedad crea que tiene las leyes que le convienen, esto es un post romanticismo jurídico.

El problema de las leyes creadas a satisfacción de los grupos sociales es que casi nunca se van a poder llevar a cabo; sin embargo, para el gobernante solo importa que en su discurso pueda señalar que cumplió con su promesa de gobierno, no importando que sea ineficaz la ley o imposible de aplicarse.

Bajo el espíritu del romanticismo jurídico se desarrolla una soberbia, pues solo se confía en la voluntad del pueblo, en sus razones históricas que deben de estar por sobre todas las cosas y las causas, por esto, siempre quieren tener la razón, el problema es que con base en estas ideas se puede llegar a tener un aparato jurídico peor de cómo está actualmente hasta llegar a la parálisis.

El problema de retomar actualmente la corriente del romanticismo jurídico, es que fue superada por carecer de sentido de la racionalidad, tomando únicamente la historia del pueblo, sus ideas, costumbres, religión, pasiones y fobias, para que con esos elementos se elaboren las leyes, no importando la situación actual del derecho, ni las condiciones reales de un país. De llevarse a cabo nuevas leyes bajo estos principios se van a topar con la cruel realidad de nuestro país, en el que impera una disfunción judicial, con Ministerios Públicos poco preparados, investigadores que no saben investigar, Jueces ineficientes, corruptos y sin ánimos de aplicar el derecho, ante ello no hay ley alguna que pueda dar buenos resultados.

Bajo el único principio de la voluntad del ejecutivo no se pueden crear las leyes, como tampoco se puede modificar todo un sistema jurídico anquilosado, ineficiente y parapléjico, cuyo único motor es la corrupción y el compadrazgo, por lo que bajo este esquema toda intención de cambiar es solamente una idea romántica.