Medidas tardías, riesgo de contagios

Ante lo que aceleradamente ocurre en México por el avance del coronavirus, la necedad gubernamental de no aplicar a tiempo las medidas de emergencia, como en su momento tampoco lo hicieron los gobiernos de Italia, España y Estados Unidos, la amenaza para nuestro país de llegar a tener un alto índice de mortandad, aunado a la carencia de un urgente plan económico,  pondrán al Presidente Andrés Manuel López Obrador en un callejón sin salida, en medio de un generalizado reclamo de la población.

Ante ese sombrío panorama y la apremiante situación de sobrevivencia de miles de personas que pueden contagiarse en las horas y los días venideros, proyectos sexenales tan costosos y riesgosos, como los del Aeropuerto de Santa Lucía, la Refinería de Dos Bocas en Tabasco y el Tren Maya, tendrán que ser aplazados, si no es que cancelados, para que los cuantiosos recursos destinados a ellos sean utilizados para enfrentar esa situación.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

A 20 se elevó el número de decesos por el coronavirus y hay 993 casos confirmados, informaron anoche las autoridades de la Secretaría de Salud, en la conferencia nocturna en Palacio Nacional, aun cuando en el transcurso del domingo, los medios de comunicación reportaron solamente dos: un hombre de 58 años, en Querétaro, y otro, en Guerrero, cuya edad no fue revelada.

De los casos confirmados, sólo 14 por ciento ha requerido hospitalización, ya que el resto permanece aislado en sus domicilios, y hay dos mil 564 sospechosos, según el reporte oficial dado a conocer en el Salón Tesorería, en donde se insistió en la recomendación para que todos se queden en casa, sólo salgan en casos muy necesarios y procurar no acudir a reuniones y mantener en todo momento la sana distancia.

Tras convertirse Estados Unidos en un nuevo foco de contagio de coronavirus, en donde en unas semanas han muerto más de dos mil 500 personas,  gobernadores y legisladores mexicanos de los estados vecinos urgieron al Gobierno federal a ordenar el cierre de la frontera para evitar que ese mal se propague en México con la misma celeridad que en el país vecino.

Con sobrada razón, los gobernadores de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo Laredo –el  de Chihuahua no ha dicho nada– se reunieron el fin de semana para hacer un llamado al Presidente López Obrador a cerrar la frontera a las personas que lleguen de la Unión Americana, pero no al comercio, por el elevado número de casos que se han registrado allá; lo que fue respaldado por los senadores de esas entidades, quienes consideran urgente la aplicación de esa medida, por el riesgo de contagios.