Riesgo de imposición de consejeros
Esas características que deberán tener los aspirantes a consejeros del Instituto Nacional Electoral para ocupar las cuatro vacantes que habrá en abril próximo en el Consejo General de este organismo, delineadas por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, bien haría en hacerlas llegar a su jefe, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y a los rijosos dirigentes de Morena, que se aprestan a proponer a otros con muy distintas cualidades.
De lo contrario habrá riesgo de que se repitan casos como el de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, que llegó a ese cargo en medio de ilegalidades y flagrante violación a la ley de la misma, y a la Constitución para acabar siendo impuesta.
DE ESTO Y DE AQUELLO...
Con las cifras que dio a conocer ayer sobre la actividad industrial en el país el año pasado, el Inegi confirmó lo que ya se esperaba: un desplome de 1.8 por ciento, el peor retroceso en 10 años por la debilidad de la producción petrolera en las principales ramas y en el área de la construcción, como consecuencias de la falta de inversiones por la incertidumbre que hasta la fecha priva en el país entre el empresariado.
La actividad minera, por ejemplo, retrocedió 5.1 por ciento, con lo que acumuló siete años consecutivos a la baja, mientras que la industria de la construcción registró una caída de 5.0 por ciento, la peor desde 2009, y sólo la producción manufacturera “creció” 0.02 por ciento.
Habrá que ver si tras dar a conocer esas cifras que revelan lo mal que anda el país, al presidente de la Junta de Gobierno de ese organismo autónomo, Julio Alfonso Santaella Castell, no se convierte en blanco de andanadas en la mañanera de hoy, si el Presidente López Obrador sale, como siempre, con que él tiene “otros datos”.
Y es que el Inegi y su titular son de los pocos que, hasta ahora, se han salvado de la barredora presidencial que convirtió a las instituciones independientes en dependientes del Ejecutivo federal, como las comisiones Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Reguladora de Energía (CRE), Nacional de Hidrocarburos (CNH) y hasta la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
En esta última, como se recuerda, el Presidente impuso, al designarlo directamente como su titular a Ángel Carrizales, exintegrante de la Ayudantía, aquel grupo que cuidó su seguridad personal, y que el pleno del Senado de la República rechazó hasta en cinco ocasiones: dos para la CRE, dos para formar parte del Consejo de Administración de Pemex y una para la CNH.