“El plan del siglo”

“El plan del siglo”
Por:
  • gabriel-morales

Trump develó esta semana en la Casa Blanca, junto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su propuesta para lograr la paz entre Israel y los palestinos. A diferencia de casi todos los intentos anteriores, en donde Estados Unidos se ofreció como mediador entre las dos partes, Trump decidió no incluir a los palestinos en el proceso y, por lo tanto, el resultado es un plan inaceptable para el liderazgo palestino.

En la propuesta de Trump, el nuevo Estado palestino estaría rodeado completamente por Israel y dividido en decenas de islas territoriales minadas por asentamientos israelíes, es decir, un Estado no contiguo, sin espacio para la expansión futura de su población. Además, el plan propone el establecimiento de la capital palestina en el Este de Jerusalén, sin incluir, aparentemente, a varios de los barrios palestinos más grandes de la ciudad y a la Ciudad Vieja (el tercer lugar más sagrado para el Islam).

Por si esto no fuera suficiente, el plan niega el retorno, tanto práctico como simbólico, de refugiados palestinos a Israel. Todas estas condiciones esenciales para un tratado aceptable a los ojos palestinos. Sin embargo, a pesar de que el plan es humillante e inaceptable para los palestinos, llama la atención que varios de los elementos establecidos en los Acuerdos de Oslo permanecen incluso en este plan: la creación de un Estado palestino, con capital en el Este de Jerusalén, la unión de Gaza y Cisjordania a través de un túnel y el intercambio de territorios (el nuevo Estado palestino obtendría, según el plan, nuevo territorio en la frontera entre Israel y Egipto). Llama la atención que Netanyahu y casi toda la derecha israelí se manifestaron a favor del plan. Esto es interesante pues, a pesar de que el plan no implica la evacuación de asentamientos israelíes, el plan reconoce el establecimiento futuro de un Estado palestino y elimina de una vez por todas el sueño mesiánico de anexar toda Cisjordania al Estado judío.

Es decir, que el plan reconoce lo que todos sabemos, los palestinos no irán a ningún lado y la única solución a largo plazo es el establecimiento de dos Estados, uno al lado del otro. Trump y Netanyahu saben que a sólo un mes de la elección israelí (la tercera en el año) este plan no se llevará a cabo en los próximos meses; Netanyahu sabe, además, que el plan es inaceptable para los palestinos e, incluso más importante, para los jordanos –lo que pone en peligro la paz entre los dos países.

La revelación del plan, entonces, no tiene el objetivo de conseguir la paz, sino de hacer titulares para un primer ministro y un presidente que se encuentran bajo investigación criminal y que buscan su supervivencia en año electoral.