Mujeres, démonos una pausa

Todo indica que también en un tema tan importante, significativo, trascendente que tiene que ver con todas y todos como es la violencia contra las mujeres tampoco nos vamos a poner de acuerdo.

Es lamentable ante una causa mayor para la sociedad y para la vida misma. A veces no queda claro si nuestras diferencias son reales y profundas en ciertos temas, o lo que hacemos es defender causas, pero sobre todo intereses y posiciones muchas veces cuestionables.

Todo lo que se ha dicho, escrito y apuntado en las redes viene a confirmar el estado de las cosas. En medio de una situación tan delicada, seria y grave para las mujeres en todo el país, nos hemos metido en confrontaciones en donde la mayoría juega a acreditarse la causa de las mujeres, como si no fuera y debiera ser colectiva.

Estamos ante un tema que, como hemos venido diciendo, ya no tiene camino de regreso. Entendiendo la gran cantidad de hechos violentos que cotidianamente viven las mujeres, da la impresión que seguiremos tardando en entrar en un círculo virtuoso, sin percatarnos que el momento que estamos viviendo podría ser el punto de partida para una nueva convivencia.

Uno de los problemas en el que estamos tiene que ver con que se han concentrado presuntos argumentos y razones en el tema para defender causas e intereses propios.

Se está convirtiendo en algo más relevante atender las causas propias montándose en el tema de las mujeres, que en atacar y ser colectivamente solidario ante un problema lacerante, doloroso, brutal y colectivo.

Estamos entrando en un muy peligroso terreno en que al final la causa y problemática que viven las mujeres está en vías de convertirse en un pretexto para defender causas propias, promoviéndose algunos actores centrales de la sociedad como los únicos que tienen autoridad para intentar colocarse en el imaginario colectivo con derecho a enarbolar la causa.

Lo peor que podría pasar, en algún sentido ya está pasando, es que lo más importante termine por ser lo menos importante y que el tema entre en los terrenos de la rebatinga y el absurdo protagonismo, en el cual nos vamos metiendo.

Pareciera que al Presidente no le gusta que se le adelanten o le ganen en la defensa de causas. Sus reacciones ante el paro del 9 de marzo y en general con el tema de las mujeres, lo ha llevado a hacer comentarios que buscan desacreditar todo lo que tiene que ver con este movimiento.

A ello se ha sumado la reacción de algunos integrantes de su gabinete. Se ha echado a andar una confrontación en que quizá el Presidente ya es parte importante de ella.

Ha encontrado en el tema una nueva ocasión para arremeter contra los “conservadores” para desacreditar a quienes invariablemente tiene en la mira, más que debatir el tema de las mujeres sin pasar por alto que ha sido evasivo cuando se habla de aborto o feminismo.

Se conoce lo que presuntamente piensa el Presidente más por quienes están con él y lo interpretan que por lo que él mismo dice. A veces parece que la indefinición del Presidente es su definición.

Del otro lado están quienes quieren encontrar a como de lugar un elemento para enfrentar a López Obrador y suponen que en este tema por fin lo han hallado. Como fuere, la controversia en la que estamos y seguiremos estando traerá consecuencias mayores.

Parece ingenuo plantearlo, pero sí no hacemos una pausa entre nosotros y nos abocamos a debatir y crear nuevas condiciones sociales y legales vamos a entrar en una confrontación en verdad grave, de la cual, por cierto ,ya estamos viendo los primeros escarceos.

Va de nuevo: estamos en el camino sin regreso.

RESQUICIOS.

El destacado académico Carlos Illades está presentando su nuevo libro Vuelta a la Izquierda. La Cuarta Transformación: del despotismo oligárquico a la tiranía de la mayoría. Editorial Océano. Es una mirada crítica y analítica del actual gobierno desde el trabajo y la investigación de un intelectual comprometido de izquierda.