Menos extranjeros hace bien

Bienvenida la reducción de extranjeros que, aunque más lenta de lo deseado, permitirá para la campaña 2022-23 que sólo participen un máximo de siete importados por equipo en cada partido, y otros dos que pueden ser registrados.

Es cierto que esta reducción no garantiza por sí sola que los sitios que queden libres sean ocupados por jugadores mexicanos de buena calidad, pero significarán más oportunidad para muchos de ellos.

Alguna voces aseguran que a menos extranjeros la Liga MX tendrá menos calidad, en lo que no estoy de acuerdo de ninguna manera.

Para contrarrestar esa ida, invitaría a pensar si el futbol mexicano ha ofrecido más calidad y espectáculo desde que en 2015 se abrió el fichaje casi ilimitado de extranjeros. Personalmente pienso que no.

Si se hace un análisis serio del número y calidad de los futbolistas importados queda claro que sólo con elevados presupuestos como los de Tigres, América y Monterrey pueden fichar a siete u ocho extranjeros que marquen diferencia, aunque también suele haber algunas pifias en la elección de otros; del resto, simplemente por economía, se termina contratando a una mayoría de futbolistas de una calidad menor, entre los que habrá algunos elementos que sepan rendir a muy buen nivel, como un Lucas Cavallini, un Mauro Quiroga, un Nicolás Ibáñez o un Brian Lozano.

Pero la mayoría de los extranjeros que contratan las ocho nóminas más bajas de la Liga son de dudosa procedencia, terminan rindiendo poco, no logran ser titulares y ocupan sitios que podrían ser aprovechados con más oportunidad a las fuerzas básicas.

Es decir esta reducción me parece que no afectará la calidad de la Liga y tal vez invite a que se apueste más por algunos jugadores mexicanos jóvenes en vez de hacerlo por extranjeros de discretas trayectorias.

[caption id="attachment_1063208" align="alignnone" width="696"] El delantero francés André-Pierre Gignac reclama una falta en un partido del Apertura 2019.[/caption]