Otro título “inventado”

Está claro que la primera edición de la “Leagues Cup” ha cumplido con las expectativas, con lo que no pretendo justificar su existencia; que no se me malinterprete.

De entrada, los 122 mil 984 espectadores que asistieron en total a los siete juegos de esta primera edición (17 mil 569, en promedio) seguramente han representado una recaudación importante en lo económico (y en moneda americana) y ése es en realidad el factor que le da razón de ser.

Por eso no se ha dudado, de momento, que la siguiente edición tenga 16, en lugar de ocho participantes; aunque todavía falta ver la disponibilidad que le pongan los clubes que vayan a ser invitados.

El convenio comercial entre la MLS y la Liga MX pretende, ante todo, una competencia que resulte ser, sobretodo, lucrativa.

En esta primera prueba se ratificó la supremacía de los equipos mexicanos, que ganaron cuatro de los cinco duelos ante escuadras estadounidenses, y se quedaron con las dos plazas de la final; justo también es decir que los representantes de la MLS, pese a ser anfitriones en todos los juegos, no presentaron a sus mejores equipos. Eso ha afectado aún más el nivel futbolístico de la justa, que ha sido bastante discreto.

A los organizadores (me queda claro) no les preocupa demasiado el nivel futbolístico, ni siquiera la inequidad deportiva de la que se quejó Ricardo Ferretti, quien antes de perder la final frente a Cruz Azul. El Tuca, muy a su estilo, clasificó este torneo como “Medio molero” al no ofrecer a los equipos mexicanos la posibilidad de jugar también como locales;  algo que en el rubro económico no parece tan conveniente.

Cruz Azul, de paso pobre en la Liga MX, se ha quedado con el título con total justicia, pese a sufrir en el camino un cambio de entrenador y una bochornosa crisis de sus anticuados dirigentes. En el camino al nuevo título, los Cementeros vencieron a los suplentes del Chicago Fire y del Galaxy de Los Ángeles, y a los titulares de los Tigres, de paupérrima actuación en la gran final.

Para colmo, uno de los directivos que ha retomado el control de Cruz Azul, el inefable Víctor Garcés, restó, desde una semana antes, toda importancia a la conquista del nuevo trofeo; en su torpe afán por menospreciar la buena labor que estaba realizando Ricardo Peláez, aseguró que estos torneos “inventados” no sirven para nada.

Si hay congruencia con esa declaración, el trofeo de la Leagues Cup será amontonado en alguna bodega de cemento y Cruz Azul no asistirá a defender el título el año que viene.

Bueno, en La Noria, con esos dirigentes, justo cuesta exigir algo parecido a la congruencia.

[caption id="attachment_1011673" align="alignnone" width="696"] Cruz Azul celebra uno de los dos goles que le anotó a los Tigres, en la final del miércoles de la Leagues Cup. Foto: Mexsport[/caption]