La suerte del toreo

La suerte del toreo
Por:
  • jorgem-columnista

Los orígenes de la tauromaquia en la ciudad se remontan a pocos años después de la Conquista. La fiesta brava encontró tierra fértil para convertirse en expresión de la cultura popular. A lo largo de casi cinco siglos aparecieron y desaparecieron plazas taurinas por distintos rumbos de la capital, pero el legado sobrevive. La Plaza México es heredera del espectáculo que posee tintes de ritual. Entre faenas, olés, brindis y ocurrentes exclamaciones, los aficionados viven las tardes de toros. En cada temporada el coso más grande del mundo recibe a un público que se divierte, celebra y emociona con los astados que salen al ruedo.

La posibilidad de que se prohíban las corridas está latente. La polémica que involucra a taurófilos y a quienes consideran la lidia un acto de crueldad, divide a la sociedad. El futuro de la Plaza México como escenario del toreo es incierto.

[caption id="attachment_1060387" align="alignnone" width="696"] Desde su inauguración en 1946, lances como las chicuelinas, verónicas y manoletinas visten de luces a la Monumental de Insurgentes. Foto: JMM[/caption]